Tomado de: RESUMENLATINOAMERICANO/ TELESUR

**El rescate económico de Venezuela dependerá del aumento de las exportaciones petroleras, de la estabilización del bolívar y de la evolución de la pandemia; mientras el presidente Maduro señaló que “pese a las sanciones criminales del imperialismo, estamos creciendo en la producción de alimentos, bienes, servicios; al crecer la industria, crece el comercio y el mercado interno”.

CIUDAD MCY.- El presidente Nicolás Maduro, en entrevista con la cadena Al Mayadeen, destacó la recuperación paulatina de la economía nacional en medio de las ilegales sanciones unilaterales y coercitivas que impone Estados Unidos al país suramericano.

“Este 2021 es el año de la recuperación económica desde que empezó la guerra económica (…) pese a las sanciones criminales del imperialismo, estamos creciendo en la producción de alimentos, bienes, servicios, crece la industria, el comercio y el mercado interno, lo cual tuvo un gran impacto en el pueblo”, aseveró el mandatario chavista.

Aludiendo al criminal bloqueo económico, financiero y comercial, Maduro destacó la capacidad de resistencia de la población, así como su unión para la recuperación del estado de bienestar. “El pueblo ha resistido embates reales del imperialismo y sus aliados, una persecución financiera, comercial y económica sin precedente”, acotó.

En Venezuela se ha resistido con equilibrio, firmeza y se avanza con base al trabajo colectivo estimulando todos los sectores económicos, fundamentales para el desarrollo de su economía real, se desprende de lo dicho por el Mandatario.

Aludiendo a la intensificación de las ilegales sanciones contra el país, el Jefe de Estado venezolano recordó que en varias ocasiones Donald Trump y Elliott Abrams lo instaron a traicionar al pueblo y al proyecto bolivariano.

Ellos querían que traicionara al pueblo y el legado de Chávez, “querían que le entregara Venezuela al imperialismo (…) intentaron poner a un pelele como Juan Guaidó como supuesto presidente y hoy anda perdido en las sombras y soledad de su fracaso”, reiteró el presidente Maduro.

Tras el contundente triunfo electoral de noviembre, Maduro reiteró que las fuerzas chavistas se mantienen en revisión constante para perfeccionar las políticas socioeconómicas. “De cada victoria sale una experiencia. Es secreto para construir una revolución mucha autocrítica y exigencia, renovación de los planes, alertas y trabajando, preparándonos para el sacrifico y el trabajo”, acotó.

El presidente Maduro recordó que, para este año, Venezuela asume la presidencia del Foro de Países Árabes y América del Sur. La Cancillería tomará medidas en 2022 para reactivar los mecanismos de cooperación entre todos los países árabes y construir los lazos que se aprobaron en lo financiero y comercial.

“Podemos hacer muchas cosas en los años que están por venir. Aprovecho la entrevista para hacer un llamado a invertir en Venezuela con garantías constitucionales y legales garantizadas, inversiones tanto en petróleo como turismo, oro, diamante, acero, aluminio, alimentos, entre otras”, concluyó el Jefe de Estado.

ASÍ COMENZÓ TODO

La economía venezolana lleva ocho años en estanflación, fenómeno que combina estancamiento de la producción con inflación. Desde 2013 y hasta 2020, el producto interno bruto (PIB) cayó 75%, es decir, al final de 2020 se producía la cuarta parte de lo producido en 2013. No hay cifras oficiales del año 2021 pero la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que el PIB cayó 4% con respecto a 2020. En cuanto a los precios, estos variaron de 2013 a 2021 el estratosférico valor de 727 mil millones por ciento.

Comprobado está también que en la economía venezolana hay un proceso de dolarización de facto mediante el cual la moneda estadounidense se convirtió en la unidad para marcar precios de las mercancías, excepto el de la fuerza de trabajo, y se erigió como medio de pago y moneda de circulación nacional junto al bolívar. No hay cifras oficiales, pero encuestadoras privadas afirman que 60% de las transacciones comerciales se realizan con la moneda gringa y más de la mitad de los depósitos bancarios están en billetes verdes.

No se cuenta con datos sociales, el Instituto Nacional de Estadística (INE) no los publica desde el año 2015, léase los de desempleo, salud, educación, alimentación, ni tampoco las cifras de pobreza medida por nivel de ingreso y ni los datos de desigualdad. Tampoco se publicaron los números sobre salarios e ingresos de los hogares.

En todo caso, la economía venezolana se resaltó en los últimos años por una pulverización del 99% del poder adquisitivo, por lo que es fácil entender los niveles de pobreza por ingresos. Desde 2013, el salario mínimo legal aumentó 16 mil millones por ciento, muy por debajo de los más de 727 mil millones por ciento de los precios. Así las cosas, 2021 cierra con un salario mínimo legal mensual igual a 7 bolívares, mientras que la canasta básica mensual para un hogar de 5,2 personas equivale a mil 800 bolívares. En los últimos años, la desigualdad es cada vez mayor, característica en Venezuela.

PERSPECTIVAS DE RECUPERACIÓN PARA 2022

Pronosticar lo que ocurrirá el próximo año pasa por identificar y reconocer cuáles han sido las causas que han determinado la situación económica y social de los últimos años en Venezuela, para luego poder modelar lo que pudiese ocurrir con cada una de ellas durante los próximos meses.

Son múltiples los factores que explican el PIB en Venezuela. Principalmente son dos los responsables de su caída durante los últimos ocho años: la disminución de las exportaciones petroleras y la depreciación de la moneda, el bolívar.

A estos dos factores se le añade un fenómeno sobrevenido y mundial desde inicios de 2020, la pandemia por el Sars-Cov-2 que, entre otros aspectos, implicó políticas de confinamiento afectando la producción nacional y mundial que implicó la caída de 5,3% del comercio mundial (Cepal), así como la disminución de los precios internacionales del petróleo que se promediaron en 27,3 US$ en 2020, agravando el efecto negativo.

La recuperación económica en Venezuela para 2022 pasa principalmente por el aumento de las exportaciones petroleras, la estabilización del bolívar para neutralizar los efectos de su depreciación y en la evolución de la pandemia el eventual surgimiento de nuevas variantes del virus y del acceso a las vacunas.

Las exportaciones petroleras cayeron 91% entre 2013 y 2020. Dicha caída se debió en un primer momento a la disminución de 65% del precio internacional del petróleo, caída que no fue casual y que forma parte de los planes de la guerra no convencional contra el pueblo venezolano. Luego, a partir de 2017 inició la recuperación de los precios de los hidrocarburos, pero a la vez se dio una caída de la producción nacional pasando de 2 mil 372 millones de barriles diarios (mbd) en 2016 a 568 mbd en 2020, a la que se sumó en 2020 una nueva disminución de los precios debido a la pandemia, llegando a ubicarse en promedio en 27,93 US$/barril.

Son múltiples las causas de la caída de la producción petrolera, entre ellas las dificultades en la gestión de la industria por casos de corrupción, pero sobre todo al criminal bloqueo contra Petróleos de Venezuela (Pdvsa) que, aunque ha sido encubierto desde 2013, fue oficializado por Donald Trump en agosto de 2017 mediante un decreto que implicó no poder colocar el petróleo venezolano en los mercados internacionales ni poder importar la materia prima y la tecnología requerida para la producción.

Según el boletín de la OPEP, la producción de petróleo en Venezuela aumentó 33% en 2021 con respecto a 2020, ubicándose en 756 mbd en octubre de este año. Por su parte, los precios del petróleo aumentaron 170% en 2021 con respecto al 2020. Ahora se ubican en 72,82 US$/barril.

De continuar esta tendencia creciente de la producción y de los precios petroleros en 2022 debería reflejarse en un aumento de las exportaciones y por lo tanto del PIB en nuestro país si se cumplen dos condiciones: que los ingresos por exportaciones petroleras sean usados de manera que tributen a la producción nacional y que el eventual crecimiento económico consecuencia del aumento de las exportaciones petroleras no sea anulado por la continua depreciación del bolívar.

MARCOS GAVIDIA