La desaparición del periodista inglés Dom Philllips y el indigenista Bruno Araújo desde el 5 de junio en la Amazonia prevaleció en la semana noticiosa que concluye hoy en Brasil.

CIUDAD MCY.- Phillips, colaborador del diario The Guardian, y Araújo están en paradero desconocido en el amazónico Valle de Javari desde que se les perdió el rastro en la ruta entre las comunidades de Sao Rafael y Atalaia do Norte.

La Policía Federal (PF) anunció este viernes que encontró restos supuestamente humanos en el río de la región de Itaguaí, uno de los puntos donde fueron divisados por última vez los dos profesionales.

«Equipos de búsqueda localizaron en el río, cerca del puerto de Atalaia del Norte, material orgánico aparentemente humano, que está siendo enviado para análisis forense por el Instituto Nacional de Criminalística de la Policía Federal», informó la institución en un comunicado.

Asimismo, se recogió material genético de los desaparecidos con ayuda de sus familiares, el cual servirá para compararlo con los restos encontrados en la lancha del principal sospechoso del caso, Amarildo da Costa de Oliveira, conocido como Pelado.

La familia de Pelado aseguró a una agencia noticiosa extranjera que el pescador era inocente y denunció que la policía lo tortura para tratar de obtener una confesión.

En un primer momento, fue detenido por posesión ilegal de armas, pero la PF después lo consideró sospechoso en la tragedia y permanece retenido en una comisaría en Atalaia do Norte.

La víspera, el Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió al gobierno brasileño que redoblara los recursos y esfuerzos puestos a disposición en las operaciones de búsqueda de los desaparecidos.

Ravina Shamdasani, portavoz de la agencia de la ONU, criticó la demora de la administración de Jair Bolsonaro para iniciar las búsquedas.

En respuesta a los comentarios de Bolsonaro, de que la pareja desaparecida estaba en una aventura, afirmó que resulta obligación del Estado proteger a periodistas y profesionales que trabajan en defensa de los derechos humanos.

«La respuesta (del gobierno a la desaparición) fue extremadamente lenta, desafortunadamente. Nos parece bien que ahora, después de una medida judicial, las autoridades hayan empleado más medios para las búsquedas», declaró la vocera.

Shamdasani insistió en que «Dom Phillips y Bruno Pereira juegan un papel importante en la región, levantando alertas e incluso monitoreando y reportando actividades ilegales en el Valle de Javari».

Ese territorio, en el extremo oeste del Amazonas, está próximo a la frontera con Perú y alberga al menos 14 grupos aislados, la mayor población indígena no contactada del mundo.

Información Prensa Latina