CIUDAD MCY.- Este 14 de junio se cumple el aniversario número 94 del natalicio de Ernesto Che Guevara, paradigma de la lucha emancipadora, respetado y querido en el mundo entero.

El ejemplo y enseñanzas del Che perduran, algo que no previó el imperialismo cuando ordenó su muerte. Si le temían antes, ahora le temen más.

El crecimiento del héroe y la admiración que suscitó están marcados por detalles interesantes y curiosas facetas. Estas líneas se acercan a algunas de ellas.

Es conocido el interés que el Che tenía en el juego ciencia y abundan las anécdotas sobre el paso del guerrillero argentino-cubano por el reino de Caissa.

En 1949, en Mar del Plata (Argentina), el Che intervino en una simultánea contra el as Miguel Najdorf. Años después, tras el triunfo de la Revolución Cubana, ambos volvieron a encontrarse en La Habana, y se enfrentaron otra vez y nuevamente en simultánea. En las dos ocasiones pactaron tablas.

Mientras permaneció en Cuba, Guevara fue un promotor incansable del ajedrez. Creó torneos estatales y el certamen internacional Capablanca in Memoriam. Su labor de promotor le valió ser incluido en el Libro de Oro de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).

El Che consideraba el ajedrez un instrumento educativo para desarrollar la voluntad, el rigor y la flexibilidad. Estimaba, además, que desarrollar el ajedrez y la matemática podía abrir puertas al desarrollo en numerosas esferas.
Numerosos cantores y poetas, representantes del ámbito cultural latinoamericano y también más allá, inmortalizaron al Che en sus canciones y versos.

El cantor del pueblo, el venezolano Alí Primera, le dedicó una hermosa canción, titulada “Hacen mil hombres”: Tus manos aún muertas/ están viviendo/ porque aprietan el gatillo/ combatiente guerrillero/ de aquel enorme fusil/ la voluntad de los pueblos…

Silvio Rodríguez ha expresado que la épica guevariana tocó profundamente el alma de muchos jóvenes de varias generaciones. Hasta donde sabemos, el trovador cubano ha compuesto siete canciones dedicadas a Guevara: “La era está pariendo un corazón”, “Fusil contra fusil”, “América, te estoy hablando de Ernesto”, “Un hombre se levanta” (o “Antesala de un Tupamaro”), “La oveja negra”, “Hombre” y “Tonada del albedrío”.

Entre los muchos poetas a los que el Che inspiró, se puede mencionar a Roque Dalton, Mario Benedetti y Nicolás Guillén.

Pablo Neruda y el Che se conocieron en 1959. Años después, tras su muerte heroica en Bolivia, el bardo chileno contó: “Me conmueve que en el diario del Che Guevara sea yo el único poeta citado por el gran guerrillero. Recuerdo que el Che me contó una vez  cómo leyó muchas veces mi Canto General a los primeros, humildes y gloriosos barbudos de Sierra Maestra”
«Para hacer revolución se necesita esto que hay en Cuba: que todo un pueblo se movilice y que aprenda, con el uso de las armas y el ejercicio de la unidad combatiente, lo que vale un arma y lo que vale la unidad del pueblo.

Nuestra tarea de hoy es orientar la capacidad creadora de todos los profesionales de la Medicina hacia las tareas de la medicina social.

El médico, el trabajador médico, debe ir entonces al centro de su nuevo trabajo, que es el hombre dentro de la masa, el hombre dentro de la colectividad.

Información TeleSur