CIUDAD MCY.- Un día como hoy, Josefa Venancia de la Encarnación Camejo, quien también es conocida con los apodos de “La Camejo” o “Doña Ignacia”, falleció el 5 de julio de 1862, en su hacienda en Ciudad Bolívar, donde pudo disfrutar parte de su legado, habiendo nacido en una colonia española y su última mirada fue a una Venezuela independiente.

Nació el 18 de mayo de 1791 en el Hato Curaidebo, ubicado entre Pueblo Nuevo de Paraguaná y el poblado de El Vínculo, en Falcón, fue hija de Miguel Camejo, y de Sebastiana Talavera y Garcés.

Camejo estudió en el Colegio de las Hermanas Salcedas en Coro y luego fue enviada a un convento de monjas donde completó su instrucción académica. Estaba en Caracas cuando ocurrieron en la hoy plaza Bolívar los hechos del 19 de abril 1810.

En 1811 se mudó con su madre a Barinas, donde las esperaba su tío monseñor Mariano de Talavera y Garcés, quien en ese entonces era secretario de la Junta Patriótica de Mérida.

El 18 de octubre de 1811 firmó el documento titulado Representación que hace el Bello Sexo al Gobierno de Barinas, en donde las firmantes, un acta que las comprometería a defender el territorio barinés, debido a que los guyaneses pensaban atacar desde San Fernando de Apure y ella junto a otras mujeres debían cooperar con evitarlo.

En 1813, estando en Mérida conoció a quien fuese luego su esposo el coronel Juan Nepomuceno Briceño Méndez, con quien tuvo dos hijos.

Ella vivió en esos tiempos, debido a que su mamá murió ahogada tratando de huir de la invasión de los españoles a Barinas, ella junto a su hija y a un grupo de patriotas partían a San Carlos, pero la crecida del río Santo Domingo fue obstáculo, mientras que la ciudad era invadida al mando de José Antonio Puey, por lo que el gobernador Manuel Antonio Pulido pidió a su pueblo huir hacia Cojedes.

Luego de eso Josefa Camejo vestida de hombre y junto a su amiga Manuela Tinoco pasaron desapercibidas en las tropas en San Carlos, los barinenses se unieron a las tropas del general Rafael Urdaneta y en el viaje hacia la Nueva Granada, Josefa Camejo se dedicó a curar a los heridos.

Se trasladó a Bogotá, Colombia, tras la masacre en Ocumare del Tuy. En Nueva Granada se reunió con familias republicanas y permaneció allí hasta la Batalla de Boyacá en 1819, luego de eso regreso a Venezuela para reestablecerse con su esposo.

Dos años después inició una rebelión contra las fuerzas realistas de la provincia de Coro, dirigieron al frente 300 esclavos que trabajaban en su hato de Paraguaná, pero fueron derrotados.

El 3 de mayo de 1821 derrotó al jefe realista Chepito González, luego partió a Pueblo Nuevo donde proclamó la libertad de la provincia de Coro, jurando fidelidad a los procesos independentistas de Venezuela.

Luego de sus grandes contribuciones por la independencia se retiró a su hacienda en Bolívar donde vivió sus últimas décadas.

El 8 de marzo del 2002, Día Internacional de la Mujer, son ingresados al Panteón Nacional los restos simbólicos de Josefa Camejo.

PRENSA MPPC