CIUDAD MCY.- El Padre José María Vélaz no nació en Venezuela, pero desde su llegada al país en 1946 se encarnó en esta tierra llena de miserias, pero también de inmensas oportunidades. Este 4 de diciembre estaría cumpliendo 111 años. Nació en Rancagua, Chile, en 1910.

Para su colega de “militancia” religiosa en la Compañía de Jesús el SJ José Agustín Lazcano, la vigencia de las ideas del fundador de Fe y Alegría trasciende al mero hecho del nacimiento del Movimiento de Educación Popular.

Para Joseba, como se le llama cariñosamente en Fe y Alegría, la grandeza de Vélaz no parte precisamente porque se le llame “fundador sino porque fue el desencadenador de Fe y Alegría. No es simplemente que Vélaz tenía idea desde la razón. No, no fue así. Él tenía una pasión, tenía un entusiasmo, tenía unas intuiciones generales, pero descubrió, y son palabras de él, que todos tenemos más de bueno que de malo”.

El Padre José María Vélaz fue durante toda su vida un soñador, un luchador incansable constructor de sueños y ejemplo de amor por Venezuela. Fe y Alegría fue su sueño más importante que lo sembró en el corazón de muchas personas generosas y hoy es una realidad que ha llevado sus banderas educativas de esperanza y amor a los rincones más apartados y necesitados de Venezuela, de América Latina, África, Europa y Asia.

Fe y Alegría nació el 5 de marzo de 1955 en un rancho cedido por sus dueños, Abrahán Reyes y su esposa Patricia, en lo que hoy es el 23 de enero de Caracas. Cien alumnos sentados sobre el piso, pues no tenían ni pupitres ni mesas, fueron sus primeros alumnos. Dos muchachas del barrio que sólo tenían quince años y el sexto grado de primaria, las primeras maestras. En la actualidad son 177 centros educativos ubicados en zonas populares del país.

En 1979, José María Vélaz escribía sobre la ‘Pedagogía de la alegría’, haciendo hincapié en la importancia del nombre de ‘Fe y Alegría’: “Nuestro nombre no es casualidad ni tampoco algo intranscendente. Es nuestro emblema y nuestra bandera que fue pensada muchas horas y muchas veces. Es nuestro ‘santo y seña’. Somos mensajeros de la fe y al mismo tiempo mensajeros de la alegría.

El 18 de julio del año 1985 muere el padre  José María Vélaz.

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