CIUDAD MCY.- La Batalla del Pantano de Vargas fue un enfrentamiento armado que se libró en lo que hoy se conoce como Pantano de Vargas, en el corregimiento del municipio de Paipa, en la actual Boyacá, Colombia, en la noche del 24 y la madrugada, mañana y tarde del 25 de julio de 1819. Los bandos enfrentados fueron las tropas patriotas y las tropas realistas en la campaña libertadora por la independencia de la entonces Nueva Granada, hoy Colombia, Panamá, Venezuela y Ecuador.

En ella, el ejército de la «Gran Colombia» al mando de Simón Bolívar pretendía cerrar el paso a las fuerzas de apoyo de José María Barreiro que se dirigía a la ciudad de Bogotá.4

Esta batalla resultó muy difícil para los hombres al mando de Bolívar, que estuvieron cerca de la derrota, ya que el ejército se encontraba agotado y desorganizado tras el difícil ascenso al páramo de Pisba. Se dice que de todos los llaneros guerreros y valientes de los llanos solo llegaron al Pantano de Vargas aproximadamente la mitad, puesto que de la otra mitad un porcentaje se volvió por el clima y las enfermedades, otra parte dejó su vida en el páramo por la libertad de su nación.4​

En Gámeza las mujeres, al ver a estos hombres prácticamente desnudos y con el fin de ayudarlos, se quitan sus enaguas y se las entregan a ellos para que se abriguen. El ejército patriota sigue su camino. Por otro lado José María Barreiro, posicionándose en la casa de las seis ventanas, dice: «Ni Dios ni nadie me quitará esta victoria». Mientras tanto Bolívar y su ejército llegan a donde hoy es el Pantano de Vargas. Simón Bolívar se ubica donde hoy es el cerro de Bolívar y dice que la batalla ya está perdida, le pide ayuda a la virgen de donde hacen los tiestecitos, refiriéndose a la virgen del Rosario en Tutazá-Boyacá.

Es así como Rondón le dice al ejército que lo siga y catorce lanceros lo siguieron. Mucha gente cree que solo lucharon catorce lanceros y con Rondón quince; pero, no es así, el ejército patriota desconfiaba de Rondón, ya que el primero peleó en las filas realistas y estos catorce lanceros se formaron como una flecha y rompieron las filas realistas de tal manera que todo el ejército se unió a ello. Por otro lado, el flanco del destacamento de la legión británica al mando del coronel James Rooke, y esta oportuna carga de caballería de los lanceros del coronel Juan José Rondón, recién llegados al campo de batalla, hizo cambiar el rumbo de este combate. Después de esto, las tropas realistas huyeron a los Molinos de Bonza en Paipa.

Esta fue la batalla más sangrienta y radical en suelo colombiano durante la campaña libertadora. Gracias a esta, el ejército libertador llegó a Tunja el 4 de agosto de 1819, y venció en la batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819.

AGENCIAS