CIUDAD MCY.-El ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Yván Gil, se pronunció, en su cuenta de la red social X, sobre el comunicado que divulgó recientemente la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino, en la que la nación sureña declara que iniciara acciones diplomáticas en contra de Venezuela, como represalia por haber prohibido a las aeronaves argentinas sobrevolar el espacio aéreo nacional, en un acto que fue catalogado por el funcionario venezolano, como un acto “sumiso y obediente con su amo imperial”.

“El gobierno neonazi de Argentina, no solo es sumiso y obediente con su amo imperial, sino que tiene un vocero ´cara de tabla´: El señor, Manuel Adorni, pretende desconocer las consecuencias de sus actos de piratería y robo contra Venezuela, las cuales fueron advertidas en reiteradas ocasiones antes del acto delictivo cometido contra Emtrasur”, señaló Gil en su respuesta.

Esta medida ejecutada por Caracas, está relacionada con el caso del avión venezolano Boeing 747, perteneciente a Emtrasur, que fue retenido en Argentina desde junio de 2022 y enviado en febrero pasado a Estados Unidos, para su posterior desarme y desmantelamiento. En tal sentido, la medida tomada por el Gobierno Bolivariano en respuesta, fue denegar la circulación de cualquier aeronave civil o comercial proveniente del país argentino.

Posteriormente, según explicó el portavoz presidencial argentino, Manuel Adorni, a través de una rueda de prensa en la sede del Gobierno, “Argentina no se va a dejar extorsionar por los amigos del terrorismo”; por su parte, Venezuela respondió contundentemente, y ratificó esta prohibición relacionada con el caso de la aeronave de Emtrasur.

“Venezuela ejerce plena soberanía de su espacio aéreo, y reitera que ninguna aeronave, que provenga o se dirija a la Argentina, podrá sobrevolar nuestro territorio, hasta que nuestra empresa sea debidamente compensada por los daños causados, después de las acciones ilegales realizadas, solo con el fin de complacer a sus tutores del norte”, destacó el canciller Yván Gil, en su informe.

Asimismo, a la partida del avión hacia Estados Unidos, se sumó un episodio, el 6 de febrero, momento en el que un diplomático venezolano en Buenos Aires, sacó fotos de la aeronave, por lo que fue declarado persona no grata y tuvo que abandonar el país en las 48 horas siguientes. Dos semanas después de la salida del avión, el pasado 29 de febrero, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció a Estados Unidos por el acto vil, criminal e indignante de descuartizar la aeronave en un hangar de Miami (Florida).

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