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****Si este proceso termina cerca de la culminación de la radioterapia, es importante que durante un año los pacientes utilicen protector solar de rutina, incluso en la región de la mama, en la mañana y en la noche

CIUDAD MCY.-La actividad física luego del tratamiento del cáncer mamario es recomendable para disminuir el riesgo de recaídas, mejorar la movilidad y la salud mental del paciente, entre otros, pero es fundamental contar con la orientación de los profesionales de la salud y entrenadores altamente calificados para establecer un plan de entrenamiento adecuado a la condición actual de la persona, que puede limitar inicialmente la realización de algunos movimientos.

La mastóloga de la Clínica de Prevención del Cáncer (CPC) de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), y miembro del Grupo Médico Santa Paula, doctora Vanessa Rodríguez, señaló que el ejercicio proporciona diversos beneficios a los pacientes que superaron la etapa de la enfermedad oncológica, entre los cuales se encuentra que su ejecución:

  • Mejora la oxigenación de los tejidos.
  • Reduce la obesidad, que es un factor modificable del cáncer de mama y otros.
  • Mejora el estado de ánimo, lo que se traduce en mejor calidad de vida.

La doctora explicó que el manejo de un paciente con cáncer se realiza a través de una unidad oncológica, donde se cuenta con el cirujano mastólogo, oncólogo médico, psico-oncólogo, nutricionista, enfermeras especializadas en tratar personas con estas enfermedades y fisioterapeutas.

 Por esta razón, la doctora refirió que, al retomar la actividad física después de superar el carcinoma mamario, los especialistas deben determinar si se evidencia un porcentaje bajo de que el paciente posea alguna limitación en el miembro superior, debido a la cirugía practicada, ya que, en este caso, se debe acudir primero a fisioterapia, para luego realizar otro tipo de entrenamiento.

 La mastóloga enfatizó que, si la finalización del tratamiento es cercana a la culminación de la radioterapia, es importante que durante un año los pacientes utilicen protector solar de rutina, incluso en la región de la mama, en la mañana y en la noche.

 Entrenamiento aconsejado

La doctora expresó que a quienes tuvieron cáncer se les indican las actividades prolongadas que permiten un encuentro consigo mismos, por eso el ejercicio más recomendado es caminar al aire libre durante 35 o 45 minutos diarios y combinar este con yoga. Asimismo, se aconseja realizar aeróbicos y bailoterapia, ya que son de recreación para las personas, comentó la mastóloga.

 Igualmente, se recomiendan ejercicios repetitivos para movilizar ciertas articulaciones como el hombro, en el caso del cáncer de mama, ya que puede ser doloroso en pacientes a las que se le realizan cirugías laboriosas, mencionó la doctora.

 La mastóloga aclaró que la limitación al mover los miembros superiores puede ocurrir sobre todo en el brazo donde se efectuó una operación, ya que es posible presentar parestesia, dolor o adormecimiento, signos que son transferibles a la mama, afirmó la doctora.

 Sin embargo, los síntomas son tolerables y van a ceder en el transcurso de tres a seis meses o inclusive en un año, sobre todo si se realizan los movimientos adecuados, indicó la doctora. Por eso, si se experimenta cualquiera de los efectos, las personas no deben alarmarse, ni detener el ejercicio y, en caso de estar en tratamiento, no abandonarlo, aclaró la especialista.

 Actividad de fuerza

El entrenamiento que se incorpora luego de la fisioterapia no debe ser de un elevado requerimiento de esfuerzo, pero posteriormente se puede colocar gradualmente mayor peso, indicó la doctora Rodríguez, quien agregó que esta actividad no está contraindicada, si se termina el tratamiento y se cumple con el reposo.

 Por su parte, el entrenador personal de la cadena de salud y bienestar Juan Carlos García, expresó que en el entrenamiento post-tratamiento de cáncer de mama se recomiendan ejercicios de baja intensidad o de peso moderado para trabajar las zonas afectadas por la quimioterapia y la enfermedad.

En este sentido, se debe ejercitar la parte media del rectángulo con actividades de fuerza moderada de 15 a 20 repeticiones de 3 series y, posteriormente, se incrementan para favorecer la recuperación del músculo afectado del paciente, de acuerdo con el experto.

 Las personas que se ejercitaban antes de recibir el diagnóstico pueden entrenar con una frecuencia de tres veces por semana, pero quienes efectúan actividad física por primera vez deben realizarla inicialmente dos días, aclaró el entrenador.

 El entrenamiento debe realizarse con asesoría del entrenador para asegurar que se efectúe adecuadamente y se evite que un paciente se exceda en su rutina, lo cual evidencia con dolores crónicos y puede causar un daño mayor en la zona afectada, según García.

AGENCIAS