El Ministerio de Relaciones Exteriores expresó enérgica condena e indignación por el ataque suicida ocurrido este martes en el Instituto Confucio de la Universidad de Karachi, tras extender condolencias a los heridos y familiares de las víctimas.
Una explosión arrasó el martes con una furgoneta de pasajeros del Instituto Confucio en la Universidad de Karachi y dejó tres maestros chinos muertos y otro herido, además de varias víctimas pakistaníes.
Según acotó la cartera, “la sangre de los ciudadanos chinos no caerá en vano” y los responsables responderán por el hecho.
La Cancillería informó sobre la activación de un mecanismo de emergencia y las comunicaciones con las autoridades pakistaníes para manifestar la preocupación, insistir en investigar el incidente a fondo y tomar las medidas pertinentes a fin de garantizar la seguridad de los chinos residentes en aquella nación.
De igual manera, un editorial del influyente diario Global Times deploró la acción violenta, denunció la infiltración de fuerzas externas entre los radicales que operan en Pakistán y el empeño en atacar las compañías, proyectos y personal del gigante asiático asentados allí.
Planteó la necesidad de reforzar la cooperación bilateral en la lucha contra el terrorismo y las organizaciones vinculadas a ese flagelo, así como de castigar con contundencia el reciente suceso para evitar se repita en el futuro.
El Ejército de Liberación de Beluchistán –considerado por varios países como un grupo terrorista- reivindicó la autoría del hecho y divulgó la foto de la mujer que lo llevó a cabo.
Información Prensa Latina