CIUDAD MCY.- El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ratificó hoy su voluntad de paz, pero demandó al Gobierno de Colombia el cumplimiento de ciertas condiciones para dejar atrás el congelamiento en el que, según sostuvo, están los diálogos.

En un comunicado divulgado en su red social X, el grupo insurgente estimó que pese a los “graves incumplimientos por parte del Gobierno”, la estructura guerrillera puso por encima el avance de la fase del diseño de participación, cuyo acuerdo quedó refrendado entre las partes el pasado 24 de mayo en Caracas, Venezuela.

Recriminó en este punto la guerrilla al Gobierno por no haber retirado al ELN de la lista de los Grupos Armados Organizados (GAOS), y por la inexistencia de un mecanismo que monitoree y verifique el cese al fuego.

De igual manera, arguyó que existen bloqueos en la atención humanitaria en los territorios críticos afectados por el conflicto, así como en los alivios acordados para los prisioneros del ELN.

La materialización del Fondo Multidonante tampoco se ha concretado, añadió.

Alegó además que la prioridad de los diálogos por parte del Gobierno ya no es con la insurgencia armada rebelde, sino con otros grupos que obedecen a operaciones de inteligencia dentro de su plan contrainsurgente.

Justamente estos últimos dos aspectos aludidos por el ELN constituyen los motivos de las más recientes desavenencias entre las partes.

En la primera semana de este mes, la agrupación insurgente informó que retomaría la práctica de las retenciones económicas en respuesta al incumplimiento del Gobierno frente a la creación del Fondo Multidonante para el Proceso de Paz, según manifestó.

En ese entonces, la delegación gubernamental en la Mesa de Diálogos instó a esa guerrilla a mantener el compromiso adquirido ante la sociedad y la comunidad internacional de detener las retenciones, en tanto aclaró que el objetivo del mentado fondo no pretendía ser una contraprestación a la suspensión del secuestro.

Más recientemente, el ELN atribuyó a un plan organizado desde el gabinete del presidente, Gustavo Petro, y oficiado por su alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, el surgimiento de lo que llamó una “supuesta disidencia” de esa estructura guerrillera en Nariño (suroeste).

La delegación del Gobierno catalogó entonces como una ficción y un autoengaño que el ELN atribuyera a una estrategia del aparato ejecutivo la existencia de lo que denominó como “una crisis interna” de esa estructura, y que terminó en la separación del grupo liderado por Gabriel Yepes, quien se identifica como jefe del Frente Comuneros del Sur.

En su comunicado de esta jornada, el grupo guerrillero finalizó aseverando que, en la medida en la que el Gobierno pase a darle cumplimiento a todos los acuerdos, será mejor el indicativo para dejar atrás el congelamiento en el que se encuentra hoy la Mesa.

PRENSA LATINA