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CIUDAD MCY.-El Gobierno de Colombia y el grupo armado Comuneros del Sur, una disidencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN), pactaron un cese al fuego de seis meses con el objetivo de reducir la violencia y proteger a las comunidades del departamento de Nariño (suroeste).

«El cese al fuego tiene como objetivo avanzar hacia el fin del conflicto armado y cuidar la vida en todas sus formas y expresiones», declaró Antonio Rosa, representante de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA (MAPP-OEA).
El acuerdo incluye la implementación de un Mecanismo de Monitoreo y Verificación que operará en diez municipios históricamente afectados por el conflicto.
Asimismo, se establecerá un distrito minero especial para fomentar la diversificación productiva y la sustitución de cultivos ilícitos, junto con el desminado humanitario en las zonas de concentración de los combatientes.
El proceso de negociación inició el 19 de julio de 2024 en Pasto (oeste), y un mes después se firmó la hoja de ruta del proceso, que prioriza el desescalamiento de la violencia, la transformación regional y la transición del grupo armado.
Aunque los Comuneros del Sur representan uno de los grupos más pequeños en términos de hombres en armas dentro de la política de «Paz Total», este acuerdo genera grandes expectativas para el Gobierno.
Sin embargo, este pacto ocurre en un contexto de tensiones con el ELN, ya que la negociación con esta guerrilla se encuentra suspendida.
El ELN ha acusado al Gobierno de incumplir los acuerdos alcanzados hasta ahora y de buscar una paz fragmentada, basada en acuerdos territoriales, en lugar de negociar con la totalidad del grupo insurgente.
 
Fuente: Spuntnik