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Ciudad Mcy.-El loanDepot Park de Miami es el noveno estadio más difícil para conectar jonrones en las Grandes Ligas y Jacob Rhinesmith tenía un vuelacerca cada 60 largos turnos en su carrera profesional. Ese fue un ejercicio matemático que el estadounidense se encargó de triturar el domingo, cuando encumbró a Navegantes del Magallanes como el primer campeón del Choque de Gigantes.

El estadounidense se aproximó al cajón de bateo en la parte alta de la décima entrada ante Criollos de Caguas con la pizarra igualada a dos carreras. Encontró a Angelo Castellano en la segunda base como corredor de la regla de desempate y, en principio, intentó moverlo con un toque de bola, pero conectó un foul al primer envío del derecho Jesús Ortiz.

A partir de entonces, la seña cambió. Rhinesmith dejó pasar tres envíos sucesivos en zona mala, antes de hacer swing a una recta de cuatro costuras que transformó en cuadrangular hacia el jardín derecho a una distancia de 379 pies, con una velocidad de salida de 98,6 millas por hora, para marcar la diferencia en el triunfo del Buque 4-3 ante los puertorriqueños.

“Estaba buscando un pitcheo en la zona, porque sé que detrás de mí venía un gran bateador (Renato Núñez)” relató a One Baseball Network el oriundo de Minnesota, quien ingresó como bateador emergente en el encuentro por Alberth Martínez. “Quiero agradecer al staff de coaches por darme la oportunidad de venir y disfrutar de esta manera mi primera experiencia en el beisbol invernal. Los fanáticos son lo máximo”.

Fuente LVBP