***Con Dios todo es posible. Sin importar lo que pase, todo estará bien, y está bien no estar bien a veces. Solo deben creer, y así el Dios Redentor en el que ella cree, hará”

CIUDAD MCY.- Es de conocimiento público que el cáncer ha sido una de las enfermedades más letales en la historia humana, pues ha trascendido por los siglos y aún persiste. Cada caso registrado de cáncer es diferente, porque cada ser humano es único y el padecimiento individual y desgarrador.

Es por ello que cada paciente se aferra a algo para poder sobrellevar la enfermedad, depositando su fe y esperanzas en cualquier proveedor de alivio momentáneo o permanente.

Bien pueden ser sustancias ilícitas, alcohol, sexo, la música o el arte. Puede ser una persona en específico o un grupo de ellas, pueden ser muchas cosas a la vez o una sola que mantenga la cabeza al flote, incluso puede ser algo moralmente incorrecto y a la vez no.

Para Mariángel Gottos, aquel sentimiento de paz y la esperanza de que un día todo acabará y será mejor es: Dios.

Su fe cristiana, de la mano de su familia, han sido el pilar fundamental que la ha mantenido tranquila y serena en el difícil proceso del cáncer de mama y la pérdida de una de ellas.

Ella comentó que la oración fue un bálsamo para la gran herida que se abrió en su corazón al enterarse su diagnóstico. «Esta no es la quimio, sino la sangre de Cristo que te está limpiando» le decía su hermana previa a entrar en cada sesión del tratamiento de quimioterapia, ella ha sido su fiel acompañante en todo este proceso.

Hace un año, justamente en el Mes Rosa, Mariángel recibió la dura noticia que sacudió los cimientos de su vida y las de los suyos. Ninguno esperó que a sus 48 años de vida le dijeran «tienes cáncer de mama», sin embargo, en una sola comunión de fe todos sentaron cabeza y asumieron la situación de la mejor forma posible.

Para ella, el saber que todas las personas que se han enterado de su situación, empezaron a orar con el propósito de su sanación, ha sido toda una revelación. «Una de las cosas que me ha ayudado es que no he pensado en la fatalidad que trae todo esto», confesó la fiel creyente de Dios, quien ha sido un inaudito caso de un paciente que no ha sufrido los efectos colaterales de las quimioterapias y la posterior operación.

Toda su familia ha relatado lo asombroso que ha sido que Mariángel salga de las quimios como si nada, y pase los posteriores días sin ningún síntoma, pues la pérdida de su cabello ha sido el único indicador de su proceso.

Sin embargo, hasta el más fuerte lo siente, ella ha tenido momentos en los que la tristeza llega a su vida, pues los senos son sinónimos de feminidad, y el haber perdido uno es como si perdiese una parte de aquello que la «hace mujer».

Lo que ha hecho cuando estos pensamientos aparecen es recordar lo afortunada y bendecida que ha sido en esta odisea, sus familiares han podido costear los tratamientos, no ha sentido dolor físico alguno, y lo más importante; vive la gloria de Dios cada mañana que abre sus ojos y cada noche antes de dormir.

El mensaje que Mariángel Gottos quiere impartir a las demás mujeres en apoyo es que no están solas, y que con Dios todo es posible. “Sin importar lo que pase, todo estará bien, y está bien no estar bien a veces. Solo deben creer, y así el Dios Redentor en el que ella cree, hará”.

MARÍA JOSÉ PARRA (PASANTE)