CIUDAD MCY.- Luiz Inácio Lula da Silva asumió este domingo, 1º de enero, el cargo de presidente constitucional de la República Federativa de Brasil, en un acto realizado en el Congreso Nacional Brasileño.
En su primer discurso, como presidente de Brasil, trazó las líneas de su gobierno en la atención de los brasileños.
Resaltó la democracia como el valor que primó en su triunfo: “A lo largo de esta campaña electoral vi brillar la esperanza en los ojos de un pueblo que sufría, como consecuencia de la destrucción de políticas públicas que promovían la ciudadanía, los derechos esenciales, la salud y la educación».
Agregó que “se demostró que sí era posible gobernar este país con la más amplia participación social, incluyendo a los trabajadores y a los más pobres en el presupuesto y en las decisiones de gobierno”.
Señaló que “el diagnóstico que recibimos del Gabinete de Transición es terrible. Los recursos sanitarios se han vaciado. Han desmantelado la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Destruyeron la protección del medio ambiente. No dejaron recursos para comidas escolares, vacunación, ni seguridad pública”.
El presidente anunció las acciones que emprenderán a nivel interno que “ninguna nación se ha levantado ni puede levantarse sobre la miseria de su pueblo. Este compromiso empieza por garantizar un Programa Bolsa Familia, renovado, más fuerte y más justo, para atender a los que más lo necesitan”.
Adelantó que las primeras acciones del Gobierno, tendrán como objetivo “rescatar a 33 millones de personas del hambre y rescatar de la pobreza, a más de 100 millones de brasileños que han soportado la carga más pesada del proyecto de destrucción nacional que hoy termina”.
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