***En algunos países resalta el día de San José como el día del hombre, pues constituye ejemplo de virtud para los hombres, como esposos y padres, custodios y responsables de la protección y bienestar de su esposa y sus hijos
CIUDAD MCY.- San José es el patrono de la capital aragüeña y en Maracay los maracayeros rinden tributo a San José, que fue destinado Patrono de la Ciudad Jardín de Venezuela, el 5 de marzo de 1701, cuando por disposición del obispo Diego de Baños y Sotomayor fue fundada la Parroquia Eclesiástica Maracay.
A razón de ello en Venezuela cada 19 de marzo Maracay celebra la vida y obra de este insigne varón padre por excelencia y pilar fundamental de la Sagrada Familia.
Las festividades cristianas resaltan el papel sagrado cumplido y destacado por José de Nazaret y forma parte del calendario santoral debido a su gran labor en la crianza del hijo de Dios.
En algunos países resalta el día de San José como el día del hombre, pues constituye ejemplo de virtud para los hombres, como esposos y padres, custodios y responsables de la protección y bienestar de su esposa y sus hijos.
Hoy en su honor queremos contarle la historia de un hombre virtuoso: José de Nazaret
Esposo de la Virgen María, madre de Jesús, era el padre adoptivo de Jesús, a cuyo nacimiento asistió en Belén. Vivió en Nazaret ejerciendo el oficio de Carpintero, los estudiosos de su historia expresan que murió antes de que comenzara la vida pública de Jesús. Su culto, extendido en Oriente antes del siglo V, no llegó a Occidente hasta la Edad Media. En 1870 fue proclamado patrón de la Iglesia Universal; es también patrono de los carpinteros y de los moribundos.
El Patrono de los Carpinteros porque el Evangelio de Mateo lo describe como un artesano de oficio que posteriormentese dedicó a la carpintería, oficio que enseñó a Jesús.
José de Nazaret ejemplifica también la buena muerte, de allí el patrón de los moribundos, porque aun cuando no hay datos claros sobre la fecha de su muerte, es reconocido por haber fallecido en brazos de Jesús y María, por lo cual es actualmente, también, el patrono de la buena muerte.
San José, es el padre por excelencia, ejemplo de castidad y pilar fundamental de la Sagrada Familia. San José encarna las virtudes de la honestidad, el amor al trabajo y la fe inquebrantable en Dios.
José, representa la virtud de los buenos padres, por su sabiduría, responsabilidad, respeto a la Ley, humildad y silencio.
“José es el hombre que sabe acompañar en silencio”, así lo describe el Papa Francisco, del estudio de las Sagradas Escrituras, el Papa define también a José como un hombre justo y el hombre de los sueños, por las revelaciones delos ángeles en sus sueños, que lo llevo a tomar valientes decisiones en protección de Jesús hijo de Dios y la Virgen María, su Sagrada Familia.
Un hombre de amor y fe a quien Dios revela su misión, que aceptó humilde y en silencio, dio el sí a Dios, sin juzgar. Esa fue su reacción ante lo incomprensible del acontecimiento de que su mujer, María, madre de Dios, esperaba un hijo del Espíritu Santo.
Su primera reacción no fue acusar, ni exponer a María a la muerte segura, apedreada por adultera, prefirió hacerse a un lado. Esto constituye sin duda un acto de amor, ejemplo de gallardía y valentía, ejemplo a seguir para todo hombre responsable. Manifestó Valentía y creatividad para superar los obstáculos y reveses que tuvo que enfrentar para cuidar a Jesús de Nazaret, valentía afianzada en su fe.
Sin duda estos valores deben ser rescatados, afianzados en la formación de los hijos y de la familia, una forma de consolidar el respeto y el amor en las relaciones conyugales y paternas filiales, para erradicar la violencia intrafamiliar.
San José fue la figura de un padre para Jesús, de un esposo para María y es sin duda un ejemplo para los hombres, como esposos y sobre todo para quienes hoy son padres, ejemplo para los hombres modernos como pilares y fundamento de la familia.
El papel de San José trasciende por su misión de cuidar al Hijo de Dios como Padre Espiritual, no solo de Jesús sino de la propia Iglesia.Modelo por excelencia de la virtud cristiana, un brillante ejemplo de obediencia ante Dios y confianza en la Divina Providencia.
Los Evangelios de San Mateo y San Lucas, en la Biblia,nos muestran algunos aspectos de la vida de San José, además de ese silencio característico, sus obras, sus actos de fe, confianza, y sobre todo su amor, lo que nos descubre a San José, como un gran Santo, el Santo custodio de la Sagrada Familia, un privilegio y una gran responsabilidad.
José, fue descendiente de la Casa del Rey David, se casó con María, pero, antes de que cohabitasen, supo que María había concebido un hijo, al respecto podemos leer en las escrituras:
“como era realmente bueno y no quería denunciarla, determinó repudiarla en secreto» (Mateo 1:19). Sin embargo, un ángel se le apareció en sueños y le reveló que el hijo que María tenía en su seno había sido concebido por obra del Espíritu Santo. Tras el nacimiento de Jesús en Belén, San José, avisado de nuevo por un ángel, tomó a Jesús y a la Virgen María y los condujo a Egipto para huir de la furia del rey de Judea, Herodes el Grande. A la muerte del monarca, y después de una nueva revelación del ángel, San Joséretornó a su país; pero, por temor al sucesor de Herodes, la familia no se estableció en Belén, sino en Nazaret de Galilea. Allí San José ejerció su oficio de carpintero.
Los evangelios citan por última vez a San José en el episodio (narrado por San Lucas) en el que Jesús se perdió durante una visita a Jerusalén, y fue hallado por sus padres en el templo, discutiendo con los doctores. Nada cierto se sabe acerca de la muerte de San José, aunque por la narración evangélica parece probable que fuera antes de que Jesús iniciara su vida pública”.
Vivió de forma sencilla, realizando en su vida cotidiana la misión que el Padre le había encomendado de la manera más perfecta posible, contribuyendo a la realización del proyecto de la Salvación de Dios.
La vida de San José fue una vida de oración y silencio permaneciendo de este modo en diálogo con Dios; trabajador y honesto para mantener a su familia; padre y esposo, lleno de amor y compasión; obediente y de una profunda fe dejándose llevar en manos de Dios; hombre justo y casto, cuya imagen vemos representada por la azucena en la mano, símbolo de pureza y de su estado virginal.
Podríamos decir que la vida de San José, fue una peregrinación en la fe, que al igual que María, ambos permanecieron fieles hasta el final, en lo que se le había encomendado.
Chiquinquirá Díaz (Colaborador)