*** El régimen estadounidense y la Alianza Atlántica se han apoderado de la Unión Europea, ocupándola con bases militares, propiciando políticas de agresión a naciones soberanas, impulsando campañas mediáticas de terror contra presuntas agresiones extranjeras, cambiando la historia para hacerse víctimas y vencedores, entre muchas otras acciones propias del manejo autoritario de gobiernos imperialistas ***

CIUDAD MCY.- Resultaría importante conocer cuántas provocaciones más tolerará Rusia de parte de los Estados Unidos y sus socios menores, amontonados en la OTAN.- (Organización del Tratado del Atlántico Norte), antes de que decida poner fin a esos desafíos de manera práctica dejando la diplomacia a un costado.

Las provocaciones que, si bien vienen de lejos, desde hace semanas se han incrementado de forma absolutamente irresponsable por parte del Departamento de Estado de los EEUU y la CIA revisten peligrosidad, debido a que estas son las únicas organizaciones que cuentan con posibilidades tácticas a la hora de elaborar acciones de semejante magnitud como las trazadas en Bielorrusia, Ucrania y Kazajistán.

Los fracasados encuentros en Bruselas entre Moscú y la OTAN, donde EEUU participó “solo” como observador mientras la voz cantante la llevaron los europeos, dejaron declaraciones muy preocupantes, entre ellas la del ex Primer Ministro noruego Jens Stoltenberg, actual Secretario General de la Organización, quien expresó: “el riesgo de un conflicto armado en Europa, si Rusia usa la fuerza, es real”.

Aunque resulte fácil entender que una crisis semejante es altamente improbable, en estas coyunturas de alta tensión en que las partes se acercan tanto a ese temido “punto de no retorno”, el menor error, una orden mal interpretada o el accionar artero de “un tercero” al que la guerra pueda beneficiar, haría que la situación se dé con resultados impredecibles.

Los encuentros en la capital de Bélgica, llevados a cabo las semanas pasadas, solo sirvieron para generar más agitación, ya que los planteamientos que Rusia llevó a esas reuniones giraron en torno a que los aliados de la OTAN detuviesen su constante avance hacia el Este. Las propuestas presentadas por el vicecanciller ruso, Alexander Grushko, a los europeos (meros mensajeros de Washington) fueron rechazadas, por lo que de ahora en adelante se hace más necesario apaciguar los ánimos bélicos.

Mientras el presidente ruso ha reverdecido su influencia en los países de su frontera Sur: Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán, al igual que en Armenia y Azerbaiyán, el presidente norteamericano, más corrido por derecha que nunca por su predecesor Donald Trump y los grupos supremacistas blancos, no tiene giro para poder negociar con Rusia y sí o sí deberá mostrar una actitud hostil hacia el mandatario ruso, lo que por adelantado haría impracticable un encuentro de Vladimir Putin y Joe Biden.

Si bien el mundo sabe que el presidente Putin, junto a su Ministro de Exterior, Serguéi Lavrov, ha realizado acertadas acciones diplomáticas, también se sabe que la única manera de evadir que Putin aplica es hacia adelante, sino que lo diga Barack Obama tras los incidentes de al-Ghutta, en Damasco, en agosto de 2013, cuando en un ataque de falsa bandera con armas tóxicas, en el que murieron cerca de mil 400 civiles, se quiso responsabilizar al presidente sirio Bashar al-Assad, dando oportunidad a Obama para anunciar un bombardeo masivo sobre Siria que fue contenido por la resolución de Putin de intervenir si ese ataque se producía, lo que forzó a una de las más resonantes retiradas de Washington a lo largo de su historia.

A partir de al-Ghutta se entendió que el presidente de la Federación de Rusia no es de una personalidad fácil, lo que hará replantearse a los europeos sus posiciones incluso frente a Washington, ya que, de producirse un conflicto armado clásico, no nuclear, ellos serán el campo de batalla, de lo contrario, habría que elevar la imaginación a un grado superlativo.

LA “INVASIÓN” A UCRANIA

¿Cuándo se ha dado que una nación que planea invadir a otra le avisa con cuatro años de anticipación que lo hará? Creerlo es propio de la estupidez o una malévola intención.

Que Rusia vaya a “invadir Ucrania”, ocupando todo el país, está completamente descartado, por lo cruento y mortífero sería evidente para cualquiera mínimamente informado lo que allí sucedería, así que no merece la pena extenderse. Otra cosa es que, ante la falta total de resultados de la reclamación de Rusia a Estados Unidos y la OTAN, exigiendo garantías de seguridad, debería haber una respuesta “fuerte” de Moscú.

Lo que está claro es que Moscú hará algo. De lo contrario, todo parecería un farol. El oso ruso, que después de veinticinco años sin hacerle ni caso ha proclamado “línea roja” y tanto gruñe, perdería la cara. Toda la movida que ha iniciado Moscú con la exigencia de “garantías de seguridad” no es teatro. Va en serio. Estaría bien que los medios de comunicación, los expertos y los políticos leyeran los documentos propuestos por Moscú.

Los rusos piden que la OTAN cese todo empeño en ampliarse hacia el Este, particularmente hacia Ucrania y Georgia. Solicitan que se garantice que no se estacionarán baterías de misiles en países fronterizos con ellos. Que se restablezca el acuerdo INF que Estados Unidos abandonó unilateralmente en agosto de 2019 y que se abra un diálogo Este-Oeste en materia de seguridad. Todo esto es manifiestamente razonable y merece una discusión pública a todos los efectos.

Es obvio que EEUU no quiere saber nada del asunto y las razones son claras: aunque el verdadero adversario de Washington está en Asia, la gran potencia imperial estadounidense dejaría de serlo en cuanto dejase de dominar Europa.

ANTE EL ENGAÑO Y LA AGRESIÓN RESPUESTAS FIRMES

Desde lo mediático, la táctica que siempre emplea la alianza EEUU-UE es la de mentir creando expectativas de conflicto por parte de otros cuando en realidad son ellos los que las provocan. Dos ejemplos bastan: la guerra contra las supuestas armas mortíferas en Irak que causaron más de un millón de asesinatos o muertes civiles; los jóvenes estudiantes “enojados y pacíficos” que se tomaron casi toda Siria a través del terrorismo internacional modelo USA. Es así como el uso de la doctrina nazi de Goebbels ha sido empleado hasta la saciedad, ocupando gran parte de continentes como el de la América Latina, llena de catástrofes y genocidios políticos por parte de los “ejércitos de libertad” angloestadounidenses sionistas.

La idea fundamental, además de engañar a la opinión pública internacional, así como se hace sobre Irán o Venezuela al deformar la realidad que no les conviene, es fabricar artificialmente la imagen de que existen amenazas que se materializarán, lo que implica aumentar su pie de fuerza, aunque nunca comprueben lo que manifiestan.

El objetivo de esta campaña es debilitar la economía rusa a través de sanciones que parezcan válidas, para lo cual se usa la falsedad. Sin embargo, el Gobierno ruso de inmediato adelanta sus opciones de respuesta, las cuales debe cumplir, para así dejar de lado las amenazas y bravuconadas propias de los agresores en su punto exacto.

Respecto al sistema Swift, ya se ha dado cuenta Europa que lesionar a Moscú les traería muchos más problemas a ellos mismos en forma de ‘bomba atómica comercial’. En lo que concierne al no retroceso de misiles que puedan atentar contra el pueblo ruso directamente desde Europa, no se descarta una respuesta técnico-militar. En cuanto a Ucrania, además de considerar un trastorno mental la “invasión” propuesta desde años atrás, el gobierno de Vladimir Putin ha reiterado que no aceptará un conflicto con el Donbás, por lo cual actuará en consecuencia, protegiendo a la ciudadanía en esos territorios.

El año 2021, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, declaró la estrategia de «desocupación» de Crimea, reincorporada a Rusia por referéndum mayoritario del 96% y la recuperación de la zona “rebelde” de Donbás a sangre y fuego de ser necesario, ante lo cual la Cancillería rusa declaró que todo esfuerzo de Kiev de reintegrar Crimea a Ucrania es ilegítimo y se percibirá como agresión contra su nación.

La realidad es que la OTAN aspira a ocupar Ucrania. Ojalá no se convierta Europa en el nuevo Medio Oriente y, por el contrario, se cumpla el axioma perfecto: si salen de ese territorio las fuerzas estadounidenses otancistas, seguramente la paz retornará a ese continente.

MARCOS GAVIDIA