CIUDAD MCY.- La Comisión Europea (CE) envió una carta a los países del bloque explicando que, bajo determinadas circunstancias, las empresas comunitarias podrían pagar el gas en rublos, sin violar las sanciones impuestas a este país.

La CE indicó que el reembolso por el combustible en la moneda de la nación euroasiática podría incluir al Banco Central de Rusia en el esquema de transacciones, lo que implicaría una transgresión de las medidas punitivas dictadas contra Moscú por la propia Unión Europea (UE).

Al parecer, las presiones de algunos de los 27 para evitar el embargo del gas ruso están siendo fuertes, porque el documento de la CE asegura que «es posible realizar pagos en dólares o euros (a una cuenta en un banco ruso para su posterior conversión en rublos) en virtud de los contratos existentes».

Y no es para menos. El director del departamento europeo del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alfred Kammer, manifestó ayer que durante seis meses los países del llamado Viejo Continente podrán vivir sin problemas graves en ausencia del gas natural ruso, después de lo cual enfrentarán dificultades económicas significativas.

Al referirse a los escenarios alternativos estudiados por el FMI, Kammer fue lapidario: “Europa podrá hacer frente a esto en los primeros seis meses. Pero habrá escasez en el invierno”.

Entrevistado por la agencia AFP, el funcionario explicó que en el verano la necesidad europea de combustible es menor y los países también pueden usar sus reservas. Pero aclaró que reducirlas a niveles críticos conducirá a fuertes aumentos de precios que ya están batiendo récords.

En conferencia de prensa este viernes luego de la presentación del informe regional de previsiones de ese organismo, el representante del FMI subrayó que si la interrupción del suministro se prolongara hasta meterse en el invierno, las medidas serían entonces insuficientes y la escasez podría rondar el 20 por ciento.

“Poniéndonos en lo peor, si el shock fuera global, podría suponer una reducción del Producto Interno Bruto europeo del tres por ciento. Urge dar con suministros de energía alternativa, y el gas natural licuado es uno de ellos”, enfatizó.

Para el FMI, “el riesgo más preocupante de una interrupción repentina de los flujos de energía de Rusia, es que conduciría a pérdidas de producción significativas”, siendo el impacto especialmente fuerte en Europa Central y del Este.

Según los vaticinios oficiales de ese organismo financiero, por el momento las economías europeas avanzadas crecerán tres por ciento en 2022, un punto menos que la anterior previsión, y las emergentes 3,2 por ciento, un punto y medio menos.

En la misma cuerda, el canciller federal alemán, Olaf Scholz, enfatizó la víspera que un embargo total del gas natural ruso tendría “consecuencias globales”, provocará una crisis económica en su país, en la UE y no detendrá el conflicto en Ucrania.

El jefe de Gobierno respondió a la revista Der Spiegel que la prohibición del combustible de esta nación costaría millones de puestos de trabajo y hundiría la economía alemana, lo que por otra parte dificultaría a Berlín la financiación del esfuerzo bélico y la reconstrucción de Ucrania.

Scholz apuntó que los críticos de la postura del Ejecutivo germano en contra del embargo al gas ruso “actúan como si lo único que quisiéramos fuera ganar dinero”.

Dijo que su país lo que quiere es evitar una “dramática crisis económica” con graves consecuencias para Alemania y Europa. “No podemos dejar que eso ocurra”, apuntó.

De igual se pronunció el presidente francés, Emmanuel Macron, quien se manifestó claro de que toda Europa podrá enfrentar consecuencias el próximo invierno si se impone un embargo al gas de esta nación.

«No veremos las consecuencias de esto en la primavera y el verano de 2022. Hemos repuesto las existencias, pero el próximo invierno no se podrá hacer si no hay más gas ruso. Debemos ser muy tranquilizadores en esta etapa: no es el escenario en el que estamos hoy, pero eso podría suceder”, dijo el mandatario galo al diario Ouest-France.

Información Prensa Latina