Imran Khan, es el primer mandatario destituido.

 

CIUDAD MCY.- ***Previo a la moción, Khan mostró una carta de amenaza a su gobierno

El 11 de abril el Parlamento pakistaní eligió a Shehbaz Sharif nuevo primer ministro, tras destituir a Imran Khan faltando poco más de un año para terminar su mandato de un quinquenio.

El destituido Khan fue capitán de la selección nacional de críquet que conquistó para Pakistán el campeonato del Mundo en 1992, lo que lo convirtió en una de las figuras más relevantes y carismáticas de su país y luego entró a la política fundando en 1996 el partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), del cual es líder.

Ahora ostenta el récord de ser el primer mandatario destituido por el Legislativo con 174 diputados (de 342 en el Parlamento) que registraron su voto de no confianza la madrugada del pasado lunes 11 de abril.

Antes que Khan, otros dos premieres contra los cuales se convocó una moción parlamentaria de censura, dimitieron antes de realizarse la votación.
Ahora Sharif está facultado a terminar el quinquenio iniciado por Khan en 2018, es decir hasta agosto de 2023.

La madrugada que selló la destitución de Khan, la bancada del PTI advirtió que no secundarían la designación de Sharif. El ex canciller de Khan, Shah Mahmood Qureshi, aseguró esa misma madrugada que el PTI decidió renunciar a la Asamblea Nacional.

“Esta cámara va a elegir un nuevo primer ministro pero todos saben que él está siendo impuesto y no tiene el mandato del pueblo… Rechazamos el proceso y anunciamos boicot a la elección”, dijo Qureshi.

Efectivamente, al día siguiente todos los diputados del PTI se retiraron del pleno. Sin embargo los mismos 174 votos que expulsaron a Khan eligieron a Sharif como el 23° primer ministro de Pakistán desde la independencia de los británicos en 1947.
Denuncia de conspiración. El medio pakistani Geo TV señala como “el 27 de marzo de 2022, el presidente del PTI y luego primer ministro, Imran Khan, agitó una carta durante un mitin en Islamabad y afirmó que la conspiración para derrocar a su gobierno estaba siendo tramada por un país muy poderoso”.

Luego EFE citó a Khan, siendo aún premier, diciendo que “en un documento oficial se dijo que ‘si Imran Khan sigue siendo el primer ministro, nuestros lazos sufrirán y enfrentaremos dificultades”

El jueves Geo TV reseñó que “bajo la presidencia del primer ministro Shahbaz Sharif” el Comité de Seguridad Nacional de Pakistán “llevó a cabo una reunión (…) en la que el ex embajador de Pakistán en EEUU, Asad Majeed, brindó información sobre la supuesta publicación amenazante”. Agrega el medio que dicho comité “no encuentra evidencia de conspiración”.

La denuncia del ex primer ministro señala al actual mandatario de participar en un complot con Washington para derrocarlo tras su acercamiento a Moscú luego de iniciar la guerra en Ucrania. “Lo más interesante es que (la carta) no es en contra el liderazgo o el Gobierno de Pakistán, es en contra de Imran Khan”, explicó Khan en un discurso televisado el 31 de marzo. “Dice (la carta) perdonaremos a Pakistán si Imran Khan pierde esta moción de censura”, señaló a una semana de ser derrocado.

Cabe destacar que la denuncia de conspiración a través de la intimidación de políticos y militares pakistaníes desde el departamento de Estado de EEUU, que aún sostiene el PTI, coincide con el alejamiento de los aliados de Khan en el Parlamento y su rechazo a bloquear a Rusia.

Desarrollo de la crisis

Desde la elección de Khan en julio de 2018 el PTI obtuvo 155 curules, 17 menos de las necesarias para poder una mayoría simple en el Parlamento, tras lo cual se alió a otras fuerzas políticas como la formación Muttahida Qaumi Movement Pakistan (MQM-P), mismos que el miércoles 6 de abril rompieron su alianza con el PTI para votar a favor de la moción de censura, alegando que no se cumplieron las promesas electorales.

Medios y analistas atribuyen la ruptura de las fuerzas que mantenían al premier en el poder al retiro del apoyo por parte del Ejercito de Pakistán.

Los opositores a Khan, ahora en el Gobierno, aseguraban antes de la destitución que los militares optaron por la neutralidad ante el incumplimiento de promesas electorales. La institución castrense señaló en una rueda de prensa antes de la votación del 10 de abril que no tiene “nada que ver con la política”.

Entre las promesas incumplidas que esgrimieron los parlamentarios están generar 10 millones de empleos y construir 5 millones de casas, esto sumado a una inflación siempre por encima de dos dígitos, la consecuente devaluación de la moneda y un aumento de los precios de las materias primas.
También los medios arremetieron contra Khan y lo acusaron de autoritarismo y ataques a la libertad de expresión, alegando que se sometieron a la autocensura, luego de amenazas, violencia y secuestros por parte de fuerzas de seguridad.

Apoyo en las calles. A pesar de las acusaciones contra el depuesto mandatario, el domingo 10 de abril, previo a la sesión que lo destituyó, los medios registraron multitudinarias protestas que estallaron en ciudades de Pakistán para rechazar que el Congreso arremetiera contra el líder. Tras la destitución corrieron por las redes imágenes de apoyo contundente en las calles.

Apenas el jueves 21, manifestaron en Lahore en apoyo al depuesto primer ministro, quien convocó el martes a la construcción de un “Pakistán independiente”. Khan y sus seguidores se congregaron en mismo lugar donde el ex mandatario realizó su primer mitin electoral, en octubre de 2011.

Vale recordar que el día de la destitución y en días subsiguientes, el PTI difundió videos y fotos de las masivas protestas la capital, Islamabad, Karachi, Lahore y Peshawar, además de otras en países como Canadá y Dinamarca, el portal libanés Almanar News informó de mitínes en Bajaur y Abottabad exigiendo la restitución del líder.

En Peshawar, medios reseñaron un mitin de cientos de miles a quienes Khan llamó “a luchar contra el actual gobierno designado por EEUU”; acusó a Sharif de encabezar un régimen “importado dirigido por ladrones” y pidió no descansar hasta que haya nuevas elecciones.

En la frontera

Tras el derrocamiento de Khan, la frágil relación entre Islamabad y Kabul, que ya se veía amenazada con el regreso de los talibanes al poder en Afganistán, se tornó violenta, al extremo que ambas naciones cruzan acusaciones sobre ataques en la frontera.

A sólo cuatro días de la llegada de Shehbaz Sharif al poder, el viernes 15 de abril hubo un bombardeo en territorio afgano en el que murieron decenas de civiles. El gobierno talibán atribuyó a Pakistán el ataque y aseguró que las incursiones tenían como objetivo campamentos de refugiados paquistaníes.

Informes de medios afganos dijeron que hubo al menos 30 muertes y varios heridos en Khost, y seis fallecidos en Kunar; cinco niños y una mujer. El canciller afgano convocó al embajador pakistaní para protestar por redadas ilegales hechas del lado de la frontera afgana.

El Gobierno de Pakistán respondió que investigan los informes de redadas y pidió a las autoridades afganas que tome “medidas severas” y refuercen la seguridad fronteriza para evitar el uso de su territorio para que grupos armados lancen ataques contra Pakistán.

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