Llegó a La Guaira para ganar y con la experiencia de haber dirigido en filial de los Mets de Nueva York

CIUDAD MCY.- Henry Blanco (Leones) y Edgardo Alfonzo (Magallanes) como jugadores fueron rivales en nuestra pelota rentada a finales de los noventa y comienzos del nuevo milenio, pero ahora el primero como estratega y el segundo como coach de banca, tienen una sola meta: llevar a Tiburones de La Guaira a ser un real aspirante del título de la temporada 2022-2023.

“Fue muy bonita esa rivalidad, pero ahora será un privilegio trabajar con Henry. Conversé mucho con él en verano y estamos muy positivos. Y ahora hablando con el resto de los técnicos siento que lo positivo prevalece. Eso es lo que queremos transmitir a los jugadores en la temporada que se avecina”, señala Edgardo mientras observa detalladamente una de las prácticas de los escualos en el estadio Universitario.

Considera que entre Blanco y él no existirán rivalidades: “Repito que nuestro trabajo es que Tiburones tenga una cara competitiva. Cada uno tenemos nuestra forma de dirigir, pero siempre y cuando estemos en la misma página va a ser interesante. Y hemos conversado mucho y vamos a estar en la misma sintonía, que es ganar”.

Con la responsabilidad de ser la mano derecha de Blanco, considera muy importante que jugadores que debutaron este año como Oswaldo Cabrera y Juan Yépez, entre otros, “serán de muchas bendiciones para el equipo La Guaira”.

El mirandino considera que al ser levantado el veto para Magallanes y Aragua de utilizar jugadores vinculados al sistema de la MLB, “aparte de técnico, como cualquier fanático me gustaría ver a los buenos jugadores, a los prospectos jugar en nuestra pelota. La fanaticada va a estar contenta de que sus jugadores predilectos estarán jugando en el país, ya que muchos estelares quieren prepararse para el Clásico Mundial el año entrante, aparte de la Serie del Caribe que será en nuestro país. Y será un orgullo para nosotros como técnicos ver a todas esas estrellas jugar en y por Venezuela”.

Ratifica Edgardo que la LVBP, al igual que el resto de las ligas invernales, “no son para el desarrollo o formar a los nuevos grandes ligas, sino para ganar. Eso sí, jugar en Venezuela siempre ha sido importante para nuestro desarrollo como jugadores”.

De hecho, considera que dirigir en las menores de la MLB, como le pasó con Ciclones de Brooklyn, filial de Mets de Nueva York, “siempre es para desarrollar peloteros. Estás muchas veces con las manos atadas, al utilizar o no a ciertos prospectos. Aquí en las ligas invernales se trata siempre de ganar. No es desarrollar peloteros, sino tratar de ganar como es el proyecto de La Guaira. Conozco a César Collins (gerente de los escualos). Ha hecho mucho por el deporte y él como gerente sabe manejar este sistema”.

Para el Alfonzo estratega, “todo es difícil a la hora de realizar estrategias. Bien por una jugada que no se ejecute, un pitcher que no hace el trabajo.. Todo tiene su consecuencia, pero uno como mánager o como coach debe entender que todos los peloteros están ahí para hacer el trabajo.

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