**La confirmación de la cepa más reciente del coronavirus, ómicron, detectada en Sudáfrica, prendió todas las alarmas en el mundo capitalista al estremecer sus mercados especulativos ante el temor de la reactivación de medidas que limiten la movilidad y la actividad productiva por su elevada transmisibilidad. Para algunos países de Latinoamérica es otra la respuesta.

CIUDAD MCY.- La pandemia no ha terminado y se vislumbra que continuará hasta que todos los países accedan a la vacunación. Ahora emergió una nueva variante que pone en riesgo el avance logrado hasta ahora en el mundo.

La comunidad científica lleva meses alertando de la probabilidad muy cierta de que llegaría una nueva variante de las zonas que tienen bajos índices de vacunación, pero los gobiernos de los países ricos continúan sin tomar en cuenta las advertencias y siguen acaparando vacunas. La inequidad en el reparto de las dosis, junto a la falta de producción, posiblemente provocará temores en el futuro.

Bélgica detectó la semana pasada el primer caso de la nueva variante sudafricana en una mujer no vacunada llegada desde Egipto, pero deberá esperar unas cuatro semanas para tener claras las consecuencias de la nueva variante.

Si bien la variante delta abarca el paisaje internacional de infecciones, esta variante del SARS-CoV-2, denominada ómicron (B.1.1529), enciende las alarmas de los expertos. Reportada por primera vez el 11 de noviembre en Botsuana, ya fue identificada en Sudáfrica y en países de otros continentes como Hong Kong, Israel y Bélgica. Tiene más de 30 mutaciones en su proteína Spike (S) y se propaga con velocidad en África. Según la Organización Mundial de la Salud, es una variante de preocupación.

“La situación epidemiológica en Sudáfrica, el país notificante, se caracterizó por la presencia de tres picos de casos notificados, el más reciente debido, principalmente, a la variante delta. En las últimas semanas, el número de infecciones aumentó considerablemente, coincidiendo con la detección de la variante B.1.1.529”.

El comunicado añade que la evidencia preliminar sugiere un mayor riesgo de reinfección con esta variante y que, además, el número de casos de ómicron parece estar aumentando en casi todas las provincias sudafricanas: «(…) la variante se ha detectado a un ritmo mayor que las que han causado brotes anteriores, lo cual indica que tal vez crece con mayor rapidez».

INTERROGANTES, CAUTELA E INCERTIDUMBRE

Ahora bien, al presentar transformaciones con respecto a la variante original reportada en Wuhan, se teme por su potencial capacidad para burlar las respuestas que ofrece el organismo y vulnere, al mismo tiempo, las defensas que emergen a partir de las vacunas. De esta forma, si los anticuerpos pierden efectividad para combatir la infección, los virus ingresan con mayor facilidad a las células y desencadenan la enfermedad, señalan los científicos.

Si se llegara a comprobar que la nueva variante es capaz de evadir a la respuesta inmune generada por las vacunas actuales, las farmacéuticas deberían evaluar un cambio de rumbo en la fórmula.

No obstante, mientras tanto, la actitud más saludable es la cautela. Por el momento, no existe ningún indicio que permita asegurar que las vacunas que hoy se aplican cesarían su efectividad. Ya la OMS la calificó como variante de preocupación y afirmó que existen evidencias de “amenazas preliminares de un aumento de probabilidades de reinfección”.

Por ahora quedan algunas preguntas que no tendrán respuesta sino hasta dentro de tres o cuatro semanas aproximadamente, a medida que las investigaciones prosigan en cuanto a la rapidez de propagación, nivel de contagio, su morbilidad/mortalidad y la actualización de las vacunas.

Lo que se propaga en medios y redes sociales es solo incertidumbre. Algunos gobiernos del capitalismo ya están tomando medidas ante el reporte de ómicron en sus respectivos países y debido a la conectividad entre algunos países africanos con América del Norte, Europa, Asia y Oceanía. Mientras, otros gobernantes han decidido primero evaluar el comportamiento de la nueva variante antes de tomar decisiones apresuradas.

TEMBLOR EN MERCADOS ESPECULATIVOS CAPITALISTAS

Mientras las medidas de prevención son puestas a su máximo, la eventual cuarta ola de una pandemia que no termina de irse ha puesto a temblar a todos los mercados financieros del planeta, al tiempo que es utilizada como pretexto ideal para desatar otro embate especulativo en el ámbito bursátil, cambiario, financiero y lo que se mueva.

Las restricciones de viaje en Estados Unidos y Europa para los visitantes de naciones del sur de África, que comenzó la última semana, hicieron caer a los mercados en Asia, Europa y América, lo que se sumó a la incertidumbre sobre la posibilidad de revertir meses de progreso para controlar la pandemia de COVID-19. En Wall Street, el Dow Jones llegó a caer más de mil puntos, y también los principales mercados bursátiles europeos y asiáticos cerraron con pérdidas.

Los metales industriales perdieron valor al igual que el crudo que perdió 13% de su cotización. Los impactos por el temor a que la nueva variante pueda frenar el crecimiento económico y la demanda de combustible se suman al contexto de por sí preocupante por el tema de la elevada inflación a nivel mundial, impulsada en parte por el encarecimiento de los energéticos.

RESPUESTA LATINOAMERICANA

Ante las medidas de restricción de conectividad entre algunos países africanos con América del Norte, Europa, Asia y Oceanía, otros gobernantes han decidido primero evaluar el comportamiento de la nueva variante antes de tomar decisiones apresuradas.

Es el caso de Venezuela y México. En el país norteamericano, el presidente Andrés López Obrador declaró «que no debemos espantarnos» ante la información que está corriendo por los medios «porque hay bastante incertidumbre e información no confirmada, no hay información sólida si esta variante es más peligrosa que las otras variantes, no existe eso».

Por su parte, en Venezuela, el Consejo Presidencial contra la COVID-19 y el Consejo Científico Nacional evaluarán lo correspondiente para tomar las medidas adecuadas, informó el presidente Nicolás Maduro.

Sin embargo, los datos hasta ahora recopilados indican que las vacunas disponibles en el mundo podrían surtir un efecto positivo en el caso de contagio con la variante ómicron. Si bien no se debe subestimar el potencial riesgo de la nueva variante «de preocupación», según la OMS, sí resulta que el tópico está sobredimensionado, sobre todo por los medios corporativos.

No en balde tanto el presidente mexicano como el venezolano llamaron a la calma a esperar los resultados de las evaluaciones y las investigaciones correspondientes, sobre todo, teniendo en cuenta que en los países del Norte Global están retomando medidas de cuarentena social y otros mecanismos sanitarios rígidos.

La alternativa a este escenario de totalitarismo neoliberal está representada por los países que están luchando contra la pandemia con los mínimos recursos y desde un punto de vista emancipatorio. Es el caso de Cuba, que ha producido dos vacunas de alto impacto no solo a lo interno sino también a escala internacional.

Mientras que existe una incesante circulación de información y propaganda en torno a ómicron, ha pasado desapercibido el hecho de que la revista Nature, importante publicación científica, dio a conocer los resultados de un ensayo donde se certifica la eficacia de los fármacos contra la COVID-19 desarrollados por Cuba, resaltando que la isla dio un gran paso en Latinoamérica creando sus propias vacunas.

Asimismo, Nature resaltó la perseverancia del Instituto Finlay y los demás centros biotecnológicos cubanos que desde el origen de la pandemia comenzaron a desarrollar sus propias vacunas hasta lograr que al menos una de ellas fuera eficaz.

Los reconocimientos por parte de sendas publicaciones podrían ser un primer paso para que se aceleren los convenios internacionales entre Cuba y el resto de países por uno de los fármacos más efectivos contra el coronavirus, siendo la isla uno de los mayores exportadores de asistencia médica y medicinal en el mundo, bajo las banderas de la solidaridad y el anticapitalismo.

No todo son malas noticias con respecto a la pandemia, pues también hay con qué pensar que se vienen tiempos mejores con países como Cuba a la vanguardia de la gestión científica de la pandemia.

MARCOS GAVIDIA

Tomado de: MISIONVERDAD/REBELION.ORG/RESUMENLATINOAMERICANO