El descubrimiento subraya el desafío de deshacerse de estos productos químicos que alguna vez fueron ampliamente utilizados y que pueden permanecer en los electrodomésticos durante décadas.

CIUDAD MCY.- Los niveles de una sustancia química que destruye el ozono están aumentando drásticamente, a pesar de los esfuerzos internacionales para acabar con el problema, develó una investigación que lideró el Laboratorio de Monitoreo Global de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), según reseña la revista científica Science.

El repunte de la sustancia química aerotransportada HCFC-141b se produce a pesar de que la producción informada había disminuido constantemente desde 2012, lo que generó en los científicos una alerta sobre la fuente.

El químico, utilizado principalmente para hacer aislamiento de espuma para electrodomésticos como refrigeradores, es parte de una familia de moléculas de fluorocarbono a las que se culpa de devorar una capa de ozono estratosférico, aproximadamente a 20 kilómetros sobre el suelo, que filtra la dañina radiación ultravioleta del sol.

El mundo se comprometió a dejar de usar estos productos químicos en virtud del Protocolo de Montreal de 1987, ampliamente considerado el tratado ambiental internacional más exitoso.

Sin embargo, en 2018, los investigadores informaron que los niveles de la sustancia química prohibida CFC-11 habían estado aumentando desde 2012. Los científicos aseguraron que las emisiones atmosféricas de HCFC-141b han aumentado cada año entre 2017 y 2021, un aumento total de 3000 toneladas de 2017 a 2020

El descubrimiento subraya el desafío de deshacerse de estos productos químicos que alguna vez fueron ampliamente utilizados y que pueden permanecer en los electrodomésticos durante décadas. También muestra cómo las brechas del tamaño de un continente en una red de sensores dificultan identificar las fuentes del problema.

Fuente: AVN