Ciudad MCY.- Los sonidos musicales son los hilos que se extienden entre el hombre y el cielo para llegar a Dios y traer a los hombres en la tierra el deleite de su presencia y esta tarea la personifica y la cumple fielmente el señor Walter Márquez, quien con su clarinete expresa el sentir y la sensibilidad humana que lo caracteriza como ese artista que enriquece los espacios en lo que se les ha permitido transcender.

Oriundo de los Andes venezolanos, este gran hombre llegó a la Ciudad Jardín con el sueño de crecer y profesionalizarse, gracias a las notas musicales que corren por sus venas, Walter no solo culmina sus estudios académicos sino también se inscribe en el conservatorio de música para profesionalizarse con el hermoso instrumento como lo es el clarinete.

A la edad de 16 años un primo lo invita a inscribirse en las fuerzas militares siendo esto totalmente ilegal debido a que la edad promedio para ingresar es de 18 años pero lo aceptan por ser sostén de hogar. Siendo Walter el mayor de cinco hermanos, a esta corta edad le tocó representar a su padre puesto a que este los había abandonado a la edad de 6 años.

Una vez integrante de la banda marcial de la Aviación, Walter comienza a ver la manifestación de Dios en su vida, agradeciéndole a su abuelo por haberlo llevado a Maracay y brindarle los estudios para formarlo un hombre de bien debido que desde muy temprana edad tuvo la responsabilidad de un hogar.

De esta manera Márquez comienza una maravillosa vida dentro de las fuerzas militares siendo esta su profesión durante los próximos 31 años de su vida.

Viniendo de una familia cristiana, Walter emprende su carrera en la teología para finalmente graduarse en esta área. Para él fue un poco complejo manejar la fuerza militar con el cristianismo, sin embargo Dios es tan bueno y misericordioso que jamás lo abandono durante esta travesía.

Mientras cumplía con sus actividades militares un día lo envían a una comisión de tres días en Villa de Cura para custodiar La Casa Portuguesa durante la celebración de la Virgen de Fátima, siendo este su primer comando de tropas al frente de 14 soldados. Justo en esta comisión es donde conoce a su primera esposa dando como fruto de esta relación dos hermosos hijos.

Con el pasar de los años Walter comenzó a tener dificultad en su matrimonio y después de tantos intentos por recuperarlo, finalmente llegan al divorcio. Pasado el tiempo y luego de concentrarse nuevamente a las filas militares y siguiendo fielmente los caminos de Dios, renace el amor y conoce a su segunda esposa donde comparten el cristianismo como un estilo de vida.

Casados por la iglesia cristiana y luego de haber culminado sus estudios en la teología, Walter y su esposa se dedican a adorar y alabar a Dios con su conocimiento en la música y sus delicadas melodías en el clarinete.

Actualmente Walter tiene una relación estrecha de amistad con la gobernadora del estado Aragua Karina Carpio, acompañándola a distintas actividades para amenizar cada encuentro con sus celestiales notas musicales.

Para Walter su vida ha sido una travesía acompañada por Dios viendo su manifestación en distintas oportunidades en conjunto con su esposa y familia. Este maravilloso hombre cristiano tiene un pensar que los límites los coloca el ser humano siendo su fe la base principal para alcanzar todos sus proyectos.

ANAÍS RONDÓN