CIUDAD MCY.- La sombra nuclear que existía en la Guerra Fría ha resurgido, advirtió el secretario general de ONU, António Guterres, en el 78º Aniversario del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima.

Guterres alertó sobre los peligros potenciales del uso de armamento nuclear en el actual contexto.

«Algunos países están haciendo sonar temerariamente el sable nuclear una vez más, amenazando con utilizar estas herramientas de aniquilación», insistió en la declaración pronunciada por la alta representante para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, ante el Memorial de la Paz de Hiroshima.

En ese sentido, Guterres instó a la comunidad internacional a aprender del «cataclismo nuclear» que asoló la ciudad japonesa el 6 de agosto de 1945.

El alto representante llamó a todos los actores políticos y sociales a unirse de acuerdo con los principios de su Nueva Agenda para la Paz.

Lanzada en julio de este año, la iniciativa exhorta a los Estados miembros a que reiteren inmediatamente sus esfuerzos para un mundo libre de armas nucleares y a reforzar las normas mundiales contra su uso y proliferación.

«Los Estados que poseen armas nucleares deben comprometerse a no utilizarlas nunca», recalcó.

Añadió que el compromiso de la ONU es seguir trabajando para impulsar las normas mundiales sobre desarme y no proliferación, en particular el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) y el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

El TNP, suscrito en 1968, es uno de los pocos acuerdos internacionales firmados por Estados nucleares y no nucleares, cuyo objetivo es evitar la proliferación de armas atómicas y promover el desarme.

Tras su entrada en vigor en 1970, fue suscrito por 191 estados, el mayor número de signatarios de cualquier acuerdo de limitación de armamento.

A la par de este llamado, Naciones Unidas impulsa las conversaciones sobre desarme con sede en Ginebra, Nueva York y Viena ante el temor de que vuelvan los tambores de guerra nuclear.

AVN