CIUDAD MCY.-La actividad física, una alimentación balanceada y una óptima hidratación diaria son hábitos saludables que no pueden abandonarse ni posponerse, debido a que mejoran la salud fisiológica y psicológica, y permiten que las personas puedan cumplir con sus actividades cotidianas.

Por esa razón, hay que fomentar un estilo de vida saludable mediante el ejercicio, que es una forma de medicina preventiva para el cuerpo, y el acompañamiento a sus miembros en el área nutricional.

En cuanto al ejercicio, este no solo mejora la apariencia física, sino que optimiza las funciones del cuerpo, siempre y cuando estén ajustados a los requerimientos y habilidades físicas de los miembros de la cadena de salud y bienestar.

Para mejorar los resultados del entrenamiento, este debe realizarse junto a una correcta alimentación, que es fundamental para mantener sano el organismo a corto y largo plazo, ello es posible gracias una orientación profesional sobre la dieta ideal a seguir y los horarios adecuados para las comidas, según las necesidades biológicas personales de cada quien.

De manera que, si se aplica lo recomendado de forma correcta, se inspira una vida equilibrada y saludable a través del bienestar físico, mental y emocional de las personas.

Los beneficios obtenidos son:

Prolongar la vida
Aumentar la felicidad y autoestima
Desarrollar mayor agilidad, fuerza y resistencia
Disminuir la posibilidad de padecer ciertas enfermedades
Lograr conciliar mejor el sueño
Mantener la fortaleza de las habilidades de pensamiento y aprendizaje.

Agencias