CIUDAD MCY.-El envejecimiento suele percibirse como un proceso gradual: mediante una serie de pequeños cambios, que vamos notando poco a poco y que se acumulan con el tiempo. En este proceso, para muchos, cuando llega la mediana edad, suele asociarse también con la conocida como ‘crisis de la mediana edad’, pero es que resulta que, según una nueva investigación, también coincide con el inicio de dos importantes episodios en el que nuestro cuerpo, físicamente, comienza a transformarse.
¿A qué edad empieza el deterioro del cuerpo?
Arroja luz en este aspecto un innovador estudio que muestra algunas verdades sorprendentes sobre el envejecimiento, en particular cuándo y cómo nuestro cuerpo comienza a “descomponerse”. Y estos cambios biológicos tienen lugar en dos momentos muy concretos de nuestra vida: a los 44 años y luego a los 60 años. Los cambios no son nimios: se producen en la composición molecular y microbiana del cuerpo; un hallazgo que podría tener grandes implicaciones para las estrategias de atención médica y el bienestar de los individuos.
Para llegar a esta conclusión, los científicos, de Singapur y Estados Unidos, realizaron un perfil exhaustivo de una cohorte longitudinal de 108 personas formada por residentes en California de entre 25 y 75 años, utilizando técnicas multiómicas de última generación para revelar la dinámica no lineal del envejecimiento humano. Ninguno de ellos tenía antecedentes clínicos de enfermedades crónicas, incluidas anemia, ECV, cáncer, enfermedad psiquiátrica o cirugía bariátrica. A algunos participantes se les realizó un seguimiento de hasta 6,8 años.
Los marcadores de la edad aumentan esporádicamente
Los investigadores evaluaron miles de moléculas diferentes involucradas en el envejecimiento así como sus microbiomas: las bacterias, los virus y los hongos que viven dentro de nosotros y en nuestra piel. Estos pequeños microorganismos son muy importantes para la salud general y afectan a todo, desde la digestión hasta la inmunidad. El estudio utilizó técnicas como la transcriptómica, la proteómica, la metabolómica y el análisis del microbioma para descubrir la complejidad del envejecimiento a nivel molecular. (Cada 3-6 meses, los científicos tomaron muestras de la boca, la piel y la nariz, así como de sangre y heces de todos ellos). Rastrearon 135.000 cambios relacionados con la edad en diferentes moléculas, incluido el ARN (que transporta información genética), las proteínas y los metabolitos, así como el microbioma.
Descubrieron que el 81 por ciento de las moléculas y los microbios de los voluntarios del estudio no cambiaban de manera gradual y cronológica, sino que era mensurable en dos momentos cruciales de nuestra vida. No había una fluctuación continua sino un cambio drástico en dos edades muy concretas y había moléculas y microbios que experimentaban cambios, ya fuese aumentando en número o disminuyendo.
El estudio ofrece, por tanto, más evidencia de que los marcadores de la edad no aumentan a un ritmo constante, sino más esporádicamente. Los cambios moleculares y microbianos bruscos ocurren precisamente a los 44 y 60 años, un hallazgo que puede alterar nuestra comprensión de cómo envejece nuestro cuerpo.
“Estos datos multiómicos integrales y el enfoque permiten una comprensión más matizada de las complejidades involucradas en el proceso de envejecimiento, lo que creemos que agrega valor al cuerpo de investigación existente. Sin embargo, se necesita más investigación para validar y expandir estos hallazgos, potencialmente incorporando cohortes más grandes para capturar la complejidad total del envejecimiento”, explican los autores, cuyo estudio ha sido publicado en la revista Nature Aging. Comprender estas conexiones podría allanar el camino para estrategias de envejecimiento más saludables, apuntan.
Cambios a los 44
En las personas de alrededor de 40 años, se observaron cambios significativos en la cantidad de moléculas relacionadas con el alcohol, la cafeína y el metabolismo de los lípidos; las enfermedades cardiovasculares; y la piel y los músculos.
Cambios a los 60
En los que tenían 60 años, los cambios estaban relacionados con el metabolismo de los carbohidratos y la cafeína, la regulación inmunológica, la función renal, las enfermedades cardiovasculares y la piel y los músculos.
Aunque numerosas investigaciones han explorado cómo varían las diferentes moléculas a medida que envejecemos y cómo la edad biológica puede no coincidir con la edad cronológica, son escasas las que han estudiado la velocidad del envejecimiento biológico.
¿Y por qué se producen los cambios a estas edades? Los científicos no tienen claro por qué estos cambios moleculares se concentran entre los 40 y los 60 años. Sin embargo, los autores del estudio afirman que sus resultados indican que, a partir de los 40 años, podríamos obtener beneficios específicos si prestamos atención a la salud. Esto implica someterse a chequeos médicos regulares (un par de veces al año) y hacer cambios en el estilo de vida a unos más equilibrados y saludables, ya que es algo que merece la pena considerar.
AGENCIAS