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***Disfruten de una nueva entrega de «A Swing Completo» por Yelimar Requena***

CIUDAD  MCY.-  La vida por naturaleza es cíclica, cada periodo tiene sus retos, tropiezos y satisfacciones, pero solo has de recordar el sentimiento que predomine en esa época. Por ello hay quienes hablan de años mozos, de épocas doradas, como si entonces no hubo dificultades, cuando lo cierto es que esto es un vaivén. El deporte es experto dejando en evidencia aquella realidad, de ciclos exitosos nacen las hegemonías y de los no tan buenos se desprenden las temidas crisis que, por lo general, terminan en reestructuración.

Eso es lo que necesita ahora mismo Caribes de Anzoátegui, reorganizarse, reinventarse. De aquel imponente equipo que dominó a placer la década pasada -de 2010 a 2019-, disputando cinco finales de la LVBP y ganando tres, no queda mucho. Pero le sobrevive el corazón, el aún un joven Balbino Fuenmayor, uno de los bateadores más temibles del circuito, aunque ahora mismo esté viviendo en carne propia aquella frase de “un palo no hace montañas”.

“La tribu”, con récord de 16-25, es el único equipo que está descolgado de la lucha por la clasificación, a tres juegos y medio de su rival más cercano. Con la tercera ofensiva más discreta del campeonato, siendo además el único equipo del torneo que aún no llega a 200 carreras anotadas. Eso aun cuando Balbino está en el top 10 de los mejores bates del campeonato, en la posición seis para ser exactos, ligando para .361, el segundo mejor promedio que ha registrado en su carrera de 14 años en la pelota invernal de Venezuela.

Justo fue elegido como el mejor jugador de la semana pasada, esto después de encabezar la liga en jonrones (4) y carreras impulsadas (8), mientras que dejaba un astronómico promedio de .500 y un OPS de 1.613. Sencillamente, luce imparable y el contexto en el que se encuentra su equipo no parece afectarle demasiado. De hecho, comenzará la antepenúltima semana del campeonato con 13 juegos consecutivos con al menos un hit.

Es tan dispar el momento que viven que en días anteriores se viralizó en redes sociales la posibilidad de un cambio. Pero, ¿realmente es un movimiento inteligente salir de la piedra angular de tu ofensiva?, no lo parece. Caribes debe reestructurarse sí, pero en función al slugger de 35 años. Hay piezas jóvenes interesantes, como José Fernández, que está ligando para .314, o Andruw Monasterios, que jugando hasta mediados de noviembre dejó un promedio de.330.

También están el siempre rendidor Herlis Rodriguez y Willian Astudillo, uno de los outs más difíciles de la liga. Pero falta profundidad y aún más importante falta pitcheo. Los brazos de la tribu tienen la segunda peor efectividad del campeonato con 5.57 y son el equipo que más carreras ha permitido (248). Es evidente que urge reconstruir ese grupo de lanzadores, concretar cambios, negociar con todas piezas sobre la mesa menos Balbino, porque sería como arrebatarle el alma al equipo.

Fuente Líder en Deporte