*** Un aragüeño pudo ser el testigo de las bondades de Dios y la esperanza de volver a disfrutar de las oportunidades que le brinda la vida ***
CIUDAD MCY .- Hace unos meses, el estado Aragua conoció la maravillosa historia de Dilmer Riera, por su ejemplo de resiliencia y perseverancia. A pesar de haber perdido la vista durante varios años, nunca perdió la esperanza de volver a ver y así poder recuperar su antigua vida.
Gracias al Gobierno del estado Aragua y a su gobernante, Karina Carpio, junto con un equipo con mística y compromiso, Riera pudo ser intervenido con la atención médica necesaria al ser operado de las cataratas que le impedían ver.
Hoy día, el señor Riera ha recuperado la vista bajo la Misión Milagro y puede disfrutar de los colores y paisajes que tanto había extrañado. Este hecho ha significado un cambio radical en su vida, ya que le ha permitido volver a integrarse a la sociedad y disfrutar de las pequeñas cosas que antes le eran inaccesibles.
Este acto de bondad y solidaridad no solo restauró la vista del señor Riera, sino que también le devolvió la esperanza y la oportunidad de ser parte activa de la sociedad nuevamente.
Su resiliencia y fuerza de voluntad, combinadas con el apoyo de la comunidad y las instituciones gubernamentales, le brindaron una segunda oportunidad para disfrutar de una vida plena y significativa.
Gracias a la intervención oportuna y generosa, el abuelo de 73 años y originario de la ciudad de Maracaibo, pero con corazón aragüeño, lleva consigo la luz que ilumina su camino y el corazón de quienes tuvieron el privilegio de ser parte de su renacimiento. Es por esto que hoy día Dilmer puede ejercer su carrera como abogado dignamente y con la mejor de las disposiciones.
Dilmer comentó el increíble trato que recibió por parte de todo el personal médico del Servicio Autónomo de Geriatría y Gerontología de Aragua (Sager), que hizo que su estadía y recuperación fuese lo más amena posible.
“Estuve en estado de calle y una comisión de Sager se trasladó al lugar donde estaba y fui trasladado al Geriátrico de San Mateo, allí me visitó la Gobernadora y gracias a ella pude ser operado de la vista”, comentó Riera.
Dilmer expresó con mucho amor este gran hecho y lo feliz que se siente porque Dios le haya dado otra oportunidad de vida para ser ese ejemplo de lucha y perseverancia y volver a ejercer su tan amada profesión. “El Palacio de Justicia me ha brindado mucha ayuda para ejercer mi carrera”, aseveró.
El caso de Dilmer Viera nos enseña que nunca es tarde para recuperar la esperanza y que, con un poco de ayuda y solidaridad, podemos transformar la vida de las personas más vulnerables. Su historia es un ejemplo de superación y nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar y proteger a los adultos mayores en nuestra sociedad.
GABRIELA MARACARA