***Meses y meses de preparación se pueden resumir en tan solo dos horas, es por esta razón que el elenco se trasladó hasta Ciudad MCY para detallar todo el proceso que significó narrar el famoso relato
CIUDAD MCY.-La obra literaria de El Principito, escrita e ilustrada por Antoine de Saint-Exupéry, es conocida a nivel mundial, por sus profundas reflexiones en una lectura fácil de digerir a cualquier edad, y es bien sabido para todos que gracias a su gran éxito se ha transformado en diversas películas —entre ellas un musical—, obras de teatro, ballets, grabaciones de audio, óperas y series animadas, como es el caso del montaje teatral a cargo de Teatrophia, bajo la dirección y producción de Daniel Vásquez.
El director, junto a un talentoso elenco que da todo de sí en el escenario, incluye a Juan Diego Padrón, como El Principito; Germán Brito, el Piloto y Roymer Rodríguez, como el Zorro, el Hombre de Negocios y el Rey; acompañados por Victoria Torres, René Castillo, Isabella Borno, Sashenka Galvis, Victoria López, Camila López, Camilo Guerrero, Victoria Chávez y Eglimar Belisario.
CADA HISTORIA ES UN MUNDO PARA CONTAR
Para el director de esta obra, uno de los fundamentos para su ejecución es entender que se está trabajando con personas totalmente individuales, que cada uno de ellos significa un universo, de diferentes edades, y de vivencias que terminan facilitando el trabajo ya que el texto de El Principito es algo complejo debido a las interpretaciones que se les puedan dar, de acuerdo a las distintas edades que lo leen.
Dijo también que el propósito de esta muestra artística es “intentar complacer todos los imaginarios de todas las personas que leyeron el libro”, pero que lo más importante es que los niños se enamoren de la historia, pues ellos son la nueva generación que hay que educar.
Juan Diego Padrón, de 12 años de edad, el ilustre Principito, contó que para poder interpretar su papel tuvo que, en primer lugar, leer el libro para “poder entender cómo era él, qué sentía y cómo lo sentía”, dijo. Y así logró obtener una especie de segunda personalidad, que le permitió recrear su papel de manera memorable.
Aseveró que este papel fue algo “bastante difícil” pues es un personaje muy querido y aclamado por las personas, por ende, era inevitable para él sentir la presión de actuar sobre alguien que muchas personas ya conocen, y que la mayoría de los asistentes han leído la obra literaria, y ya tienen una expectativa que llenar.
Isabella Borno, quien interpreta a la linda Rosita, logró entender la finalidad de su personaje como una lección de vida, y es que a pesar de que solo aparece una vez en la obra, es sumamente fundamental, pues El Principito aprendió que el amor no es posesión, sino cuidado y protección.
Asimismo, Roymer Bompart, experimentó la experiencia de una forma diferente, pues su enfoque fue en reconocer lo indispensable que son todos para la obra, ya que es un poco sarcástica también, y con la falta de algunos personajes quizás no haya tenido la gracia que brinda La Serpiente o Los Borrachos, así como la contraparte de El Principito; El Aviador.
Para René Castillo, que además de ser una de las serpientes y borrachos, también junto a sus compañeras, mueven toda la escenografía de la obra, un punto crucial para que la obra se ejecuta limpiamente es que más que compañeros, fuera del set son amigos. “Eso hace la unión más especial, pues nos entendemos bien en el escenario “, dijo, ya que a veces surgen percances con la movilidad de el material, y son una simple mirada entre ellos pueden llegar a una solución rápidamente.
Sashenka Galvis compartió el enfoque de su compañero en cuanto a la movilidad física, y explicó que incluso les indicaron que comieran ciertos alimentos para “agarrar más fuerza” para que entre 3 personas pudieran trasladar toda, “el director nos mandó a leer mucho sobre la hora, para que luego de hacer un proceso mental, hiciéramos un proceso físico”, aseveró.
Compartiendo papeles con su compañero Castillo, Airis Goncalves, relató que son bastantes las horas de ensayo que dedican para poder montar esta gran obra, lo cual requiere del esfuerzo y constancia de todos para poder transmitir el mensaje, pero más que eso, consideró que, “lo más importante es el mensaje que hay detrás”, y es que hasta de Los Borrachos se puede entender una metáfora acerca de la vergüenza propia y el ser juzgado por otros por su condición de vida. Dejó en claro que, a pesar de ser una obra jocosa, cada historia es un mundo para contar y transmitir realidad de la vida cotidiana del ser humano.
“Gracias al director se ha logrado llevar un mensaje que no sea tan contundente, pero si fácil de entender”, comentó, pues en sus papeles también está dar vida a los villanos de la historia, y en una obra Infantil se debe tener mucho tacto para recrear esa esencia, lo que se logra en cada función ofrecida.
Finalmente, Vásquez analizó que “con este proyecto dimos a demostrar que todo lo que tú sueñas lo puedes cumplir”, porque, así como El Principito se fue en un viaje, en el que se dio cuenta que todo lo que anhelaba ya lo tenía en su planeta, los seres humanos comparten esa realidad y deberían darse cuenta del valor innato de sus propios sueños, y metas, que solo se pueden cumplir si existe un foco que ilumine el camino para llegar allí.
María José Parra