***Las actividades lúdicas favorecen la socialización y el bienestar mental y emocional, aspectos que contribuyen a enlentecer el avance de enfermedades neurocognitivas

CIUDAD MCY.- Para las personas con Alzheimer y otros trastornos neurocognitivos el participar en juegos de mesa en pareja o grupales -siempre con la compañía de un guía o moderador- es una actividad que les rinde grandes beneficios y aumenta su calidad de vida.

La neuropsicóloga de la residencia y centro integral Hogar La Ponderosa, Erika Pazmiño, explicó que actividades lúdicas, como el dominó y jugar cartas, entre otros, “son actividades que podrían servir como instrumentos de estimulación cognitiva muy importantes para propiciar los encuentros sociales”.

Añadió que “para los adultos mayores con enfermedades neurodegenerativas representan un medio para estimular la atención verbal y visual, ayudan a mantenerlos orientados en espacio y tiempo. Además, favorecen el compartir con otras personas, lo que trae bienestar mental y emocional, y contribuyen a enlentecer el deterioro cognitivo que causan estos padecimientos”.

Considera que la elección del juego dependerá en cada caso de la etapa de la enfermedad neurodegenerativa en la que se encuentre la persona y “preferiblemente, debe ser una actividad conocida previamente, sobre todo en etapas ya intermedias de la enfermedad, porque ya sabe cuáles son las reglas”.

Señaló que, “si el afectado se encuentra en una fase inicial del padecimiento, se puede intentar enseñarle un nuevo juego sencillo, con mucha paciencia, o podría adaptarse alguno ya conocido, de acuerdo a las capacidades que conserve”.

Su recomendación es que, en actividades lúdicas en pareja o grupales, esté presente un guía o moderador, quien “podrá intervenir positivamente cuando se presente un momento de confusión. No se debe dejar al adulto mayor jugando solo, así los otros jugadores sean personas independientes, porque pueden aparecer momentos de confusión y sentir frustración. También es posible que haya una situación no bien manejada de su parte, o de parte de los otros participantes, por desconocimiento de la enfermedad”.

Juegos diarios

La neuropsicóloga señala que el tiempo de juego dependerá de la condición y el avance de la enfermedad. En cuanto al horario para la actividad lúdica es mucho más favorable en horas diurnas, aunque “dependerá si la persona tiene mayor claridad cognitiva en horas de la mañana o la tarde”.

La recomendación general es que las actividades se incorporen a las rutinas diarias, al menos durante una hora por día, cinco veces por semana. Es importante repetir muchas veces las instrucciones, se aconseja hacerlo con tacto y delicadeza.

En casa se pueden incorporar juegos sencillos de mesa, escuchar música, leer cuentos cortos, cantar, bailar, ver películas de trama sencilla y alegre, que hagan reír, caminar en el parque o en jardines, observar la vegetación, hacer tareas de jardinería, ir de paseo a distintos sitios, entre otras actividades recreativas.

AGENCIAS