CIUDAD MCY.- La rebelión encabezada por Juan Francisco de León puede caracterizarse como un movimiento de protesta abanderado por los pequeños cultivadores isleños de Barlovento, que apenas habían comenzado la roturación de sus tierras y sus plantaciones con un reducido número de esclavos que se sentían víctimas de las restricciones y limitaciones impuestas para dar salida a sus producciones, y de la política hostil de la Gobernación contra sus fundaciones. Vieron en la deposición de León por Martín de Echevarría un claro intento de control del contrabando que había sido la única posibilidad rentable que tenían.
En 1739 España rompe relaciones diplomáticas con el Reino Unido. Es la llamada Guerra de la Oreja o de la Sucesión Austriaca (1739-1748), un conflicto de larga duración de graves consecuencias de todo orden en la sociedad venezolana. Una de las primeras fue la supresión del asiento británico.
Su finalización se tradujo en un doble impacto en la provincia de Caracas, y en particular en Barlovento y las áreas cacaoteras. Primero dejó a la Guipuzcoana como virtual monopolista, con la excepción del registro anual de Canarias, lanzándola a intentar monopolizar el rico mercado mejicano.
En consecuencia los precios cayeron desde el récord de 1735 de 18 pesos, a los 12 de 1739, los 9 de 1741 y los 5 de 1749, cuando la protesta culminó en la rebelión de Juan Francisco de León. La segunda consecuencia repercutió directamente sobre los pequeños cultivadores. Mientras que los grandes propietarios del Alto Tuy disponían ya de un número considerable de esclavos, comenzaban a incrementar su reproducción y tenían sus plantaciones a pleno rendimiento, los inmigrantes apenas habían comenzado a roturarlas en Barlovento y se les restringían las posibilidades de adquirirlos.
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