*** El 2022 será un año para la consolidación del rescate de la producción nacional, pero se seguirá la lucha en contra de los embates del bloqueo estadounidense. Aunque fracasó el asedio, continúa el propósito de derrocar a las fuerzas revolucionarias. Recuperada la economía, la generación de riqueza deberá ser la base de la disponibilidad de ingresos, y darles así respuesta a las prioridades de la población ***

CIUDAD MCY.- El bloqueo económico representa un crimen genocida contra el pueblo venezolano. Los costos por las agresiones estadounidenses superan los 120 millardos de dólares, afectando a toda la nación, pero primordialmente a la industria petrolera, centro vital para proveer de divisas tanto para importar como para las inversiones productivas y sociales del Estado.

La industria petrolera está asfixiada con estas brutales medidas unilaterales al impedírsele invertir, comercializar y financiar para su pleno desarrollo. Se comprobó el desplome de la producción, la cual descendió de los dos millones de barriles diarios en agosto del 2017, cuando Donald Trump decretó las primeras sanciones, a un mínimo inferior a los 150 mil b/d en 2020.

Sin financiamiento externo, estando negado al país el acceso al comercio internacional, además de encontrarse confiscados numerosos activos en el exterior, estas acciones representan una pérdida de más de 35 millardos de dólares a la nación.

Las consecuencias inmediatas de las sanciones van desde la dramática contracción de las exportaciones petroleras por un orden cercano al 95%, de los ingresos de divisas y el 70% de los ingresos fiscales, con lo cual se desactivan dos motores fundamentales del crecimiento económico de la nación; pasando por la aguda caída de la actividad productiva, un monstruoso efecto inflacionario, el drástico descenso de las importaciones, hasta llegar al deterioro de los ingresos fiscales y la considerable caída de las reservas en el exterior.

Los impactos sociales han sido trágicos: incremento del costo de la vida, deterioro de los servicios públicos, disminución de la calidad de la educación, la salud, la caída de empleo formal así como de la capacidad de compra del salario, el aumento de la pobreza y la vulneración de la seguridad social.

POLÍTICA, GEOPOLÍTICA Y ECONOMÍA

Este diagnóstico, por las durísimas consecuencias del bloqueo económico, es necesario en razón de que la lógica que mueve a EEUU a esta agresión consiste en crear una enorme crisis socioeconómica que detone en un escenario de ingobernabilidad y que finalmente se convierta en el derrocamiento del gobierno por un estallido social, golpe de Estado, guerra civil o una intervención extranjera con “fines humanitarios”.

Esto explica que la crisis del país se interpreta por la feroz arremetida desatada por la arrogancia imperial contra un gobierno que ejerce su soberanía y desafía la hegemonía yanqui impuesta desde comienzo del siglo 20 en su “patio trasero”.

Justamente, las históricas victorias bolivarianas han brindado una estabilidad política que estimula el crecimiento económico al ofrecer confianza a los inversionistas, así como un escenario que permita concentrar los esfuerzos en los temas económicos y sociales del país.

PETRÓLEO Y RECUPERACIÓN PRODUCTIVA

Con las victorias políticas y a pesar del bloqueo, la economía nacional ha registrado en el segundo semestre del 2021, una leve pero sostenida recuperación. Esta tendencia del aparato productivo obedece a un conjunto de factores.

Primeramente, destaca la recuperación de la producción petrolera. Pocas agencias noticiosas reseñaron los más elevados registros de producción petrolera de los últimos años, ubicándola en más de 900 mil b/d.

Este incremento obedece al aporte y compromiso de los trabajadores petroleros venezolanos. Su capacidad de planificar, administrar, mejorar procesos tecnológicos, adaptarse y superar las duras restricciones, se ha traducido en la activación de campos petroleros y el aumento de la producción.

Con el petróleo se encienden los motores de las importaciones, necesarias para el crecimiento y del gasto público, con sus poderosos efectos multiplicadores en todo el aparato productivo.

DESAFÍOS DEL GOBIERNO PARA EL 2022

En la escena política económica nacional se presentan diversos desafíos a superar: recuperar la capacidad de financiamiento del aparato productivo; blindar la estabilidad cambiaria a través de más ingreso de divisas para defender la moneda nacional; proteger la producción nacional con aranceles sin arriesgar el abastecimiento interno y seguir elevando los ingresos fiscales del país, a través del incremento de la producción petrolera.

Asimismo, es de fundamental importancia potenciar la producción de las industrias básicas. Al esfuerzo que realizan los trabajadores venezolanos, se debe aplicar una inyección de capital y la incorporación de nuevas tecnologías. De esa producción depende el crecimiento de las principales industrias del país. Esto contribuirá a reactivar todo el aparato productivo interno y, a su vez, a reducir las importaciones de materias primas e insumos en general.

Otro elemento clave es la dolarización de facto de la economía venezolana. Si bien ayudó a la recuperación de la producción a través de la inyección de recursos del exterior, la dolarización no es viable como fórmula para el desarrollo económico. De ser así, se perdería el control sobre la política económica, lo cual ya es grave, pero en condiciones de bloqueo es mucho más delicado.

Asimismo, las inversiones son una variable clave para el crecimiento y desarrollo sustentable de la economía. Tanto la inversión privada como la pública deberán experimentar una recuperación muy importante para fortalecer la expansión productiva nacional. La apertura al capital extranjero bajo la dirección del Estado en un clima de confianza y estabilidad determinan el buen comportamiento de esta variable.

OBJETIVOS DE LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA NACIONAL

En el marco de un gobierno socialista, la economía está al servicio del creciente bienestar de la población y la generación de riqueza es la base material para ello. La disponibilidad de ingresos es determinante para darle repuesta a las crecientes necesidades de la población.

Estos ingresos, generados por la actual reactivación productiva, serán direccionados a la inversión en los servicios públicos, terriblemente afectados por el bloqueo económico. Electricidad, agua, gas, combustible, son esenciales para sustentar la producción, de la cual, a su vez, depende el ingreso y empleo, que genera bienestar social. Esto exige una administración de altísima eficiencia, mucha racionalidad en las políticas que dirigen su desarrollo y, obviamente, inversiones crecientes de mantenimiento y expansión.

Otro factor absolutamente esencial es el salario, que se ha visto dramáticamente impactado por las sanciones. La devastación de los salarios es claramente comprensible, pues las sanciones apuntan a la destrucción del tejido socioeconómico. Los ingresos que alimentan los salarios dependen de la producción nacional y esta se ha desplomado como consecuencia del bloqueo. Entre tanto, los salarios son cruciales para garantizar bienestar en la población, pero también para empujar a la coyuntura económica hacia el crecimiento. Su recuperación es una prioridad impostergable.

Finalmente, todo lo relacionado con la protección y seguridad social: pensiones, educación, salud, vivienda y empleo deben ser prioridades de primera línea de un gobierno revolucionario y, como en los otros casos, son atendidos por la voluntad inquebrantable de brindar bienestar y justicia al pueblo, para lo cual también es preciso disponer de ingresos necesarios para poder concretar esos postulados y principios.

La estrategia económica más importante que se acerca al socialismo sigue siendo la industrialización. El socialismo requiere de bases materiales muy sólidas. La soberanía económica está estrechamente relacionada con el desarrollo industrial de la nación, con su modernización. Con la industrialización crece el proletariado, clase social llamada a construir la sociedad libre de explotación capitalista. La elevación del bienestar del pueblo, hecho fundamental en la construcción del socialismo, está determinado por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas. Siendo así, desde cualquier perspectiva es indispensable avanzar en la senda a la reindustrialización del país.

MARCOS GAVIDIA TOMADO DE: RESUMENLATINOAMERICANO.ORG