Millones de jóvenes chilenos se han visto obligados a contraer una deuda bancaria de entre 10 a 20 años. | Foto SPUTNIK

**Es la única opción para completar estudios superiores, en un país que recién se busca la democratización del acceso a la educación**

CIUDAD MCY.- Desde la dictadura de Augusto Pinochet, endeudarse es la única manera en que millones de jóvenes pueden acceder a la educación universitaria. En Chile se perdió la noción de la educación como un derecho y no como un bien de consumo.

Millones de jóvenes chilenos se han visto obligados a contraer una deuda bancaria de entre 10 a 20 años, luego de concluir sus carreras universitarias. Es la única opción para completar estudios superiores en un país en el cual recién se busca avanzar en la universalización del acceso a la educación.

El origen del endeudamiento de los estudiantes se remonta a 1980, cuando Chile era gobernado por la dictadura cívico-militar encabezada por Augusto Pinochet (1973-1990). Ese año se aprobó la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, que habilitó la creación de instituciones educativas privadas.

La norma habilitaba a esas instituciones a fijar con total libertad los aranceles y matrículas en el novedoso mercado educacional. En pocos años, este tipo de entidades superaron las cuatro decenas.

El nuevo modelo llevó a que incluso las instituciones públicas comenzaran a seleccionar a sus estudiantes mediante pruebas de ingreso estandarizadas y encima cobrar matrículas anuales y aranceles mensuales según la carrera elegida.

Ante la imposibilidad de acceder a educación gratuita, muchas familias chilenas se vieron obligadas a emprender el camino del endeudamiento con instituciones financieras privadas, que exigían un aval como garantía en caso de no cumplir con los pagos estipulados. En su mayoría, estos acababan siendo propiedades de familiares de los estudiantes.

 

INTENTOS “CHUCUTOS”

En 2006, durante el Gobierno de Ricardo Lagos, se creó un sistema de créditos estudiantiles que colocaba al Estado como aval de los préstamos. El Crédito con Aval del Estado o Crédito con Garantía Estatal (Crédito CAE) aseguró a los bancos que, en el caso de que un estudiante no pueda continuar cubriendo su crédito, el Estado respondía.

Aunque en los dos periodos de Michelle Bachelet adoptaron medidas para asegurar la educación gratuita al menos a un sector de la población —al punto que, en 2021, 430.000 estudiantes no tuvieron que pagar—, no se resolvió el problema del endeudamiento.

Ese compromiso financiero a través de la educación ha significado, para muchos estudiantes, una sobrecarga económica y social. Las instituciones financieras harán todo lo posible dentro y fuera del margen de la ley para cobrar la deuda.

 

Fuente: SPUTNIK

MARCOS GAVIDIA