CIUDAD MCY.- Referirse a Los Dementes, el grupo Madera, Federico y su Combo Latino, la Dimensión Latina y La Salsa Mayor nos remite a la salsa producida en Venezuela entre las décadas de 1960 y 1970. Sin embargo, varios integrantes de estos conjuntos formaron parte de una sólida agrupación de rock llamada Grupo Pan. Cuando hablo de sólida me refiero, más que a una carrera fructífera y de gran fama, a un sonido genuino, impecable y poderoso, donde convergen diferentes ritmos latinos con lo más vanguardista del rock de esa efervescente, fecunda e importante época para la historia musical del siglo XX.
Hablar del barrio de San Agustín de Caracas es hablar de salsa, de tambores y, en general, de una rica cultura musical afrocaribeña. Sin embargo, aunque el rock & roll fue creado en los Estados Unidos por afrodescendientes, resulta algo difícil, o al menos poco común, imaginar que una agrupación de rock del calibre del Grupo Pan haya surgido de esta parroquia.
Los hermanos Carlos «Nené» y Jesús «Chu» Quintero, oriundos de esta localidad, desde muy jóvenes tuvieron relación con la música, tanto con la que se escuchaba en casa como con la que se producía en las calles de la emblemática barriada. Venían de integrar las filas de Los Dementes, una de las orquestas más importantes de la escena salsera local, y, buscando un nuevo horizonte sonoro, comenzaron a trabajar en un proyecto musical que se distanciara un poco del sonido netamente salsero. Querían algo más cercano al rock y crean Los Hijos de Zoila, en honor a su señora madre, e invitaron al baterista Carlos Colón. Así quedó conformado el trío que sería la génesis del Grupo Pan, con Nené y Chu en la guitarra y el bajo, respectivamente, y Colón en la batería.
La salsa y el rock son primos hermanos
Hagamos un breve paréntesis para intentar aclarar algunos aspectos técnicos y teóricos entre los géneros, ritmos y estilos que conforman la salsa y el rock. La salsa es una palabra utilizada desde mediados de los años sesenta para englobar, con fines o en términos comerciales, una gran variedad de ritmos, en su mayoría cubanos y puertorriqueños, florecidos a finales del siglo XIX y principios del XX, mezclados con algo de jazz y rhythm & blues. Por su parte, el rock deriva del rock & roll, este último desarrollado en las décadas de 1940 y 1950, con una fuerte influencia del blues, el soul y, también, del jazz y el rhythm & blues. A partir de la década de 1960, sucede un fenómeno similar al de la salsa, respecto al origen como palabra aglutinadora de diferentes subgéneros. Los nuevos intérpretes de este estilo, que se permeó hasta el Reino Unido, integraron sonidos vanguardistas, estridentes y letras irreverentes que, al igual que la generación que desarrolló la llamada salsa en Nueva York, vino a representar una revolución en ambos géneros.
Podemos decir, entonces, que el rock y la salsa comparten un árbol genealógico y eso, justamente, fue lo que catalizaron los hermanos Quintero en su agrupación. Un sonido rebelde, contestatario, de gran poder y de dimensiones extraordinarias, que reúne lo mejor de ambos mundos.
Pan horneado
Al poco tiempo de conformado el trío Los Hijos de Zoila, los hermanos Quintero convocan a una batería de jóvenes músicos, que ahora pertenecen al olimpo musical venezolano, para integrar las filas de la naciente agrupación a la que rebautizan Grupo Pan: Rubén «Micho» Correa, guitarrista de gran poder y amplio bagaje internacional. César Monge «Albóndiga», el legendario trombonista de la Dimensión Latina. Alfredo Padilla, el extraordinario percusionista timbalero de La Salsa Mayor. Henry Kamba, trompetista de Federico y su Combo Latino, «una de las mejores trompetas del Caribe», según Héctor Lavoe. Qué decir del trabajo del mismo Chu y otro de los hermanos Quintero, Ricardo, en la creación del grupo Madera, ambos fallecidos en el naufragio del Esther, aquel funesto 15 de agosto de 1980, en las aguas del río Orinoco. Entre tanto, hablar de la fructífera carrera nacional e internacional del líder fundador y compositor de las canciones del Grupo Pan, Carlos «Nené» Quintero, nos llevaría un capítulo aparte.
Con letras escritas en su gran mayoría por Nené, que van desde lo aparentemente absurdo como: «Quiero decirte que no puedo conseguirle letra a esta canción que escribo, el lavamanos ya no deja de gotear y hay un mosquito que se ha puesto a molestar»… hasta pasajes bíblicos: «La semilla que siembras hoy nunca florecerá si en piedra cayera». Una vigorosa percusión y un no menos potente rugir de la sección de metales no dejan de remitirnos nuevamente a la sonoridad salsera. Mientras, el chillido de la guitarra eléctrica y el «rítmico andao» del bajo sacuden el esqueleto y el alma del escucha.
En 1970, graban su único álbum con el título homónimo del grupo de los roqueros del barrio: Pan. Ese mismo año hacen su primera presentación pública en el Festival Amor y Paz en el Nuevo Circo de Caracas. Además, tocan en el Festival de Música Progresiva en el Parque Naciones Unidas, en 1972, y en el primer concierto Piroaudiovisual de Mérida, en 1973, siendo esta su última presentación, debido a que se separaron como agrupación ese mismo año, dejando un legado musical que aún en la actualidad sigue siendo vanguardista. Su único larga duración es muy codiciado por los amantes y coleccionistas, para quienes representa, con gran justificación, un tesoro de incalculable valor histórico.
FUENTE CIUDAD CCS