CIUDAD MCY.- Autoridades de salud de la Franja de Gaza informaron este domingo que la cifra de palestinos fallecidos por los bombardeos israelíes iniciados hace 16 días contra el territorio alcanza 4.651, entre los cuales se cuentan 1.873 menores de edad.
Asimismo, precisaron en un comunicado que otras 14.245 personas resultaron heridas por los ataques.
Este domingo, la Cancillería palestina reclamó al mundo presionar a Israel para obligarlo a detener su agresión. El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados también llamó a promover una solución política y poner fin a la ocupación israelí. La entidad responsabilizó directamente al gobierno de Benjamin Netanyahu por la destrucción en la Franja y el desplazamiento de su población, y calificó esos hechos de “crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”.
Se suma el pronunciamiento del presidente del Consejo Nacional Palestino (parlamento), Rawhi Fattouh, quien acusó a Israel de cometer genocidio y de practicar el apartheid en los territorios ocupados.
Fattouh llamó en un comunicado a la Unión Interparlamentaria a retirar la membresía de Israel. “La escalada de crímenes y masacres cometidas por ese Estado criminal exige una intervención árabe e internacional urgente e inmediata”, afirmó.
Según el último reporte de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más del 42% de las viviendas en la Franja de Gaza, unas 164.700, fueron destruidas o dañadas por los bombardeos.
Además, alertó que 1,4 millones de palestinos fueron desplazados de sus hogares por los bombardeos y advirtió que se han detectado en la zona “casos de varicela, sarna y diarrea, atribuibles a las malas condiciones sanitarias y al consumo de agua de fuentes inseguras”.
Al respecto, señaló que la incidencia de esas enfermedades aumentará a menos que se proporcione electricidad o combustible a las instalaciones de agua y saneamiento para reanudar sus operaciones.
La Oficina recordó que la Franja está desde el 11 de octubre sumida en la oscuridad por la decisión de Israel de interrumpir el suministro de electricidad y combustible.
“Los hospitales que aún están operativos están al borde del colapso por la escasez de electricidad, medicamentos, equipos y personal especializado”, afirmó la Ocha.
AVN