CIUDAD MCY.- El funcionamiento institucional de Brasil está totalmente normalizado tras el desmonte del campamento en que se refugiaban los bolsonaristas radicales que atacaron el domingo las sedes de los tres poderes, en las que se registraron unas 1 mil 500 detenciones, afirmaron este lunes fuentes oficiales.

“Gracias a Dios el país camina hacia la absoluta normalización institucional a gran velocidad”, dijo el ministro de Justicia, Flavio Dino, en una rueda de prensa en la que hizo un balance de las operaciones para reprimir a los responsables por los asaltos a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.
De acuerdo con Dino, pese a los daños aún visibles en las principales edificaciones públicas del país, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, acudió a trabajar normalmente al Palacio Presidencial de Planalto, en el que se reunió con autoridades de los otros poderes y con los comandantes militares.

“Lula se reunió con las autoridades civiles y con los comandantes de las Fuerzas Armadas, de modo a que, tanto en lo que se refiere a las instituciones civiles como a las militares, reina la plena normalidad”, aseguró.

Según el ministro, el líder progresista también tiene previsto reunirse en la noche de este lunes con los gobernadores de los 27 estados de Brasil, que manifestaron rechazo unánime a los ataques.

“Lo más importante es que las Fuerzas Armadas se mantuvieron fieles a la autoridad democrática y eso es algo que tenemos que conmemorar. En un modo general diría que lo peor ya pasó y que ahora cabe esperar los juicios políticos y criminales”, señaló Dino.

AGENCIAS