CIUDAD MCY.- El Gobierno de Argentina envió al Congreso un proyecto de reforma del Régimen Penal Juvenil, que prevé la reducción de la edad de punibilidad de 16 a 13 años, normativa vigente desde 1980. «Este es un cambio profundo. Los menores son muy utilizados para delinquir», dijo el abogado penalista Martín Narducci.
«El proyecto contempla la posibilidad de que una persona de 13 años sea punible como cualquier adulto de 40 años. De aprobarse, va a suponer un fuerte desafío en torno a cómo se trata a un adolescente en una comisaría o una cárcel. Es un debate interesante y complejo», advirtió Martín Narducci, abogado especializado en derecho penal.
De acuerdo al especialista, los adolescentes de edad, «son muy utilizados para delinquir: de hecho, las penas para los adultos son mayores cuando utilizan menores». «Yo dudo que los menores no sepan lo que están haciendo: simplemente se crían en un entorno muy adverso que termina encaminándolos en este rumbo», remarcó.
«A delito de adulto, pena de adulto». La frase del presidente Javier Milei sintetiza el espíritu del proyecto de ley impulsado por su Gobierno para bajar la edad de imputabilidad de 16 a 13 años; la iniciativa, que forma parte de la reforma del Régimen Penal Juvenil, ya ingresó al Congreso para su tratamiento legislativo.
La propuesta fue una de las promesas centrales de la plataforma electoral del ahora mandatario durante la campaña de 2023. Además de la modificación de la edad de punibilidad, la norma enviada al Parlamento prevé la creación de «establecimientos especiales o secciones separadas de los establecimientos penitenciarios, bajo la dirección de personal idóneo», para evitar que los menores entren en contacto con reclusos adultos.
El proyecto, que ya comenzó a ser tratado en las comisiones de Legislación Penal, Familias, Justicia y Presupuesto, propone modificar el régimen vigente, establecido en 1980 durante la última dictadura militar (1976-1983). La normativa indica que un menor de 16 años no es punible en ningún caso. Entre los 16 y los 18, el adolescente solo es punible si se verifican circunstancias específicas, y la escala penal prevista se reduce a la mitad del mínimo y a un tercio del máximo.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y su par de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, remarcaron que es «imposible combatir a los delincuentes sin leyes que amparen a las Fuerzas Federales de Seguridad y a la Justicia a la hora de proteger a los argentinos de bien». El objetivo, según los funcionarios, consiste en «terminar con la impunidad, frenar la puerta giratoria y darle respuesta a la gente».
El envío del proyecto al Congreso se inscribe en un contexto signado por la preocupación ante los hechos de seguridad. Acaso el epítome del flagelo puede circunscribirse a la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe (centro), atravesada por la violencia ligada al narcotráfico. De acuerdo a los especialistas que investigan la criminalidad en la zona, las bandas recurren cada vez con mayor frecuencia a «soldaditos»: adolescentes —e incluso niños— utilizados en la comisión de delitos, y aprovechar que las penas para ellos son menores.
Fuente: Sputnik