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CIUDAD MCY.-Cada vez son más los estudios que confirman que el ejercicio físico es importante para el cerebro, la mejor manera de mantener en forma las funciones cognitivas, entre las que destaca también la memoria, incluso puede contribuir a prevenir o retrasar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
Hay muchas pruebas fehacientes que demuestran que favorece las conexiones entre las neuronas en el cerebro (espinogénesis y sinaptogénesis) y se han descrito los mecanismos moleculares implicados en estos procesos. También, un estudio difundido en Journal of Alzheimer’s Disease se analizaron mediante imágenes de resonancia magnética los cerebros de más de 10 mil personas y se descubrió que quienes realizaban ejercicio físico habitualmente tenían un mayor volumen cerebral en varias áreas clave.
Ante lo señalado, se apreció este aumento de tamaño en la materia gris, que ayuda a procesar la información, y la materia blanca, que conecta diferentes regiones cerebrales, así como en el hipocampo, que es fundamental para la memoria.
En otra investigación, se evaluó en ratones la expresión de genes en lo que se conoce como microglía, células inmunes del sistema nervioso central que actúan como apoyo de la función cerebral. Específicamente, los científicos descubrieron que el ejercicio físico es capaz de revertir patrones de expresión génica propios de la microglía envejecida, devolviéndolos a los patrones observados en la microglía joven.
Ese mismo estudio, se observó que es posible lograr un efecto positivo en la salud cerebral, incluso con niveles moderados de actividad física, como caminar menos de cuatro mil pasos al día; lo importante es que no es necesario que se trate de deportes de alta intensidad y gran exigencia física.
AGENCIAS