***Este día se celebra 40 días antes del domingo de Ramos, este año se celebró el pasado 22 de febrero

CIUDAD MCY.- La Miércoles de Ceniza trata de una celebración litúrgica cuya fecha va cambiando cada año y marca el inicio de la Cuaresma, la cuenta atrás de la Semana Santa, que suman los 40 días previos (sin contar los domingos) a la resurrección de Jesús.

De acuerdo a la religión Católica, es un día santo cristiano de oración y ayuno, siendo considerado el primer día de Cuaresma de acuerdo a los calendarios litúrgicos católico y anglicano (correspondiente a las seis semanas de penitencia antes de la Pascua o el periodo de cuarenta días previo a los días santos).

La palabra ceniza proviene del latín «cinis», que significa o representa el producto de la combustión de un elemento material por el fuego. Simbólicamente representa la muerte, la humildad y penitencia.

Es una celebración contenida en el Misal Romano, que consiste en imponer durante la Misa una marca de ceniza en forma de cruz en la frente de los fieles, que surgió en los primeros siglos del Cristianismo.

En el siglo IV se determinó la duración de la Cuaresma en cuarenta días, para efectuar el cálculo de la fecha de la Pascua se usaba el Computus (denominado el domingo de «cuadragésima»).

De acuerdo al Libro de Génesis contemplado en la Biblia la ceniza es considerada un signo de humildad, representando el origen y el fin del ser humano: «Dios formó al hombre con polvo de la tierra» (Gn 2,7); «hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho» (Gn 3,19).

El génesis del Miércoles de Ceniza se sitúa en el siglo II, cuando los cristianos empezaron a prepararse para la Pascua con dos días de ayuno y penitencia, procedimiento que fue extendiéndose a toda la Semana Santa hasta que, en el año 325 (Concilio de Nicea), ya se estableció en 40 días.
Dicha cifra tiene un significado especial para el cristianismo, coincidiendo con los 40 días que Jesús pasó en el desierto, los 40 años en el desierto del pueblo de Israel o los 40 días de ayuno de Moisés en el Sinaí y de Elías en el Horeb.

Como recuerdan desde el Vaticano, al principio, la Cuaresma comenzaba seis domingos antes de la Pascua; pero como los domingos no se ayunaba, en el siglo V se procedió a separar el Jueves y el Viernes Santo del Triduo Pascual para contarlos como Cuaresma. Más tarde, la Cuaresma se adelantó cuatro días, llegando así al actual Miércoles de Ceniza.

REINA BETANCOURT