***Se honran 213 de años de ese día que inicio con la proclamación y terminó con un país libre y revolucionario

CIUDAD MCY.- Cada 19 de abril Venezuela entra en fiesta nacional y conmemora con júbilo el inicio de los procesos independentistas del yugo español en 1810, iniciando así un proceso político que finalizaría el 5 de julio de 1811 con la independencia formalmente de Venezuela.

Los hechos ocurridos durante el 19 de abril en el cabildo de Caracas, forman parte excepcional de la historia patria, debido a representa la unión del pueblo y las fuerzas armadas para la destitución del gobernador general de Venezuela y máximo representante de la oligarquía española, Vicente Emparan.

El pueblo caraqueño rechazó el mandato de Emparan y como consecuencia fue exiliado del país.

Tras la renuncia del gobernador general se estableció una junta Suprema en Caracas encabezada por los miembros del Cabildo de Caracas para la promoción de un gobierno independiente, el cual se declararía formalmente en marzo de 1811 Venezuela como República independiente.

Además de la liberación del yugo español, en su entonces República de Venezuela lideraba cambios políticos, sociales, económico y social liderados por las fuerzas militares, encaminados a formar una sociedad distinta y marcando el inicio de una nueva nación.

Por esta razón, en todos los estados de Venezuela, las autoridades cívicas, policiales y militares, realizan actividades solemnes en conmemoración y honra a los hombres y mujeres que lideraron la lucha por la independencia del país a través del pensamiento revolucionario.

Este año 2023 se honran 213 de años de ese día que inicio con la proclamación y termino con un país libre y revolucionario, siendo guía para las futuras generaciones combatientes del país.

Hay que trabajar la real independencia

La importancia y el valor histórico y político de lo que ocurrió el 5 de Julio de 1811 tiene que llevarnos a una profunda reflexión: dónde estamos en este momento, hacia dónde vamos y cómo la historia puede servir de modelo con sus debilidades y sus fortalezas.

A juicio de Vladimir Acosta, en Venezuela, como en el resto de los países latinoamericanos, “aún continuamos hoy sujetos a arraigados y casi inmodificables patrones económico-sociales y culturales de conducta que heredamos de la vieja colonia española, que no se quebraron con la Independencia, que más bien se reformularon y profundizaron en el período republicano del siglo XIX e igualmente en el siglo XX, y que en consecuencia siguen formando parte de nuestra política, de nuestra economía, de nuestra estructura social y de nuestra cultura. Esto es, de nuestra vida cotidiana en su conjunto”.

El dominio español impuso a nuestros países una mentalidad de colonizados que se expresa como un total desprecio de lo nuestro, de lo que somos y de lo que hacemos, y por una adoración en las décadas siguientes en provecho de un nuevo poder colonial menos autoritario que el español pero mucho más penetrante de lo extranjero, en particular de lo europeo y más recientemente de lo norteamericano.

Acosta sugiere que cuando Bolívar dice que la independencia es lo único que se ha logrado a expensas de todo lo demás, no está lejos de la verdad, de que en buena parte y en aspectos fundamentales de lo que debían haber sido sus logros. En ese sentido, la independencia fue un fracaso que contribuyó, ya fuese a que parte sustancial de la herencia colonial española se mantuviera a pesar de ciertos cambios, como a que el colonialismo se reformulase a partir de la misma independencia en las décadas siguientes.

A pesar de ello en Venezuela se trabaja todos los días por alcanzar esa verdadera Independencia.

Gabriela Maracara