*** La Semana Santa es para los católicos un espacio que provee la cercanía a esa muerte de Jesús y ofrece una conexión espiritual; sin embargo, cada nación tiene su forma de celebrarlo, por lo que un párroco nos detalla cuáles son las tradiciones del venezolano en estos días ***
CIUDAD MCY.-La Semana Santa para la comunidad católica es una festividad que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Esta celebración, observada en muchos países alrededor del mundo, es una ocasión en la que se entremezclan la religiosidad, las tradiciones culturales y la reflexión espiritual. Durante los siete días que conforman la Semana Santa, diversas ceremonias y rituales se llevan a cabo, cada uno con su propia simbología y significado cultural.
Sin embargo, para el catolicismo venezolano, la Semana Santa se festeja con particularidades que la diferencian de otras regiones y la convierten en una tradición autóctona. Es por ello que el padre Luis Enrique Quintana, sacerdote de la Diócesis de Maracay, párroco de la Iglesia “La Ascensión del Señor”, de Francisco de Miranda, municipio Francisco Linares Alcántara, ofreció información detallada acerca de cómo los venezolanos viven la Semana Santa.
En líneas generales, esta inicia con el Domingo de Ramos, pero en el país realmente da inicio con el Viernes de Concilio o Viernes de Dolores. Es un día en el que los feligreses dan un paseo a la imagen de devoción de la Virgen de los Dolores, para que recorra las calles de los vecindarios alrededor del templo religioso. El significado de esta acción radica en expresar la cercanía de los creyentes y su amargura por lo que va a acontecer posteriormente con Jesús. Es el momento, también, en el que se conmemora la reunión de los jefes religiosos judíos de aquel tiempo, junto a los saduceos, los fariseos y los maestros de la ley que decidieron en consenso la muerte de Jesús.
El Domingo de Ramos es el día en el cual se bendicen las palmas, también se hace una procesión desde el lugar de la bendición de las palmas hasta el templo donde se va a celebrar el resto de la misa. Es conmemorar esa entrada triunfante de Jesús. Pero también se hace mención especial al Huerto de los Olivos, el cual fue el espacio donde Jesús elevó una oración al Padre con angustia, al saber todo lo que iba a acontecer y poder decir: “Padre, aparta de mí este cáliz”, y luego decir “que no sea mi voluntad, sino la tuya”, y a partir de allí comienza todo el drama de la pasión que se conmemora en los siguientes días.
A partir del día Lunes Santo en muchos pueblos realizan una serie de actos para la semana completa, tal como ocurre en el pueblo de Santa Cruz, perteneciente al estado Aragua, donde sí conservan estos “pasos a seguir” durante la festividad, como lo es exponer la figura de Jesús atado en la columna.
El Martes Santo se expresa a un Jesús rebosante de humildad y paciencia, se hace referencia a esa sencillez de Jesús, de no poner resistencia a lo que viene, sino que lo asume con mansedumbre.
El Miércoles Santo es muy especial para la iglesia venezolana, ya que se realiza la procesión del Nazareno. “Yo siempre he dicho que los días miércoles Venezuela se viste de morado, porque no hay un lugar, un pueblito, una capillita, por muy lejana que esté, que no tenga su Nazareno y lo saque en procesión”, dijo el padre Quintana.
De manera especial, se resaltan en Venezuela dos procesiones del Nazareno, el de San Pablo, que está en la Basílica Santa Teresa de Caracas, y el Nazareno de Achaguas, en Apure. Son dos eventos muy conmemorativos en Venezuela, donde la asistencia es masiva.
El Jueves, en años anteriores, sacaban en procesión la cruz. Era un día de reflexión en compañía de San Juan y María, que eran los que estaban ante Jesús a la hora de su crucifixión. Pero, desde 1965 se eliminó dicha procesión y son pocos los pueblos que la conservan, entre ellos San Casimiro y Santa Cruz.
El Viernes Santo se tiene como un día de duelo, ya que simboliza la muerte de Jesús; de hecho, hasta el día jueves suenan las campanas en las iglesias, pero desde el jueves en adelante, después de la misa de la tarde, no hay campanas. Cabe resaltar que no se oficia misa en ningún lado del mundo, sino que se celebran los ritos de la pasión, y en muchos lugares sacan el Santo Sepulcro.
En Venezuela una manifestación de suma tradición y devoción, a la que asiste mucha gente, es el Santo Sepulcro de Villa de Cura.
El Sábado Santo, la iglesia se prepara para la Vigilia Pascual, pues Jesús resucita en esa noche. Pero desde el sábado los feligreses preparan su corazón para la resurrección. Además, se realiza la procesión del fuego y la bendición del agua, que son los signos que acompañan el tiempo de dicha vigilia.
Durante el Domingo de Resurrección, se celebra finalmente la victoria de Cristo sobre la muerte. En muchos lugares se realiza la procesión del resucitado, que marca un hito bastante fundamental para los creyentes, ya que es un anuncio de vida, pues existe un Cristo vivo, presente, que camina en medio de todos.
Y no solo es el anuncio del fin de la Semana Santa, sino del nuevo tiempo en el que se suma la iglesia, que es el Tiempo Pascual hasta la Fiesta de Pentecostés, que ocurre 50 días después del Domingo de Resurrección.
Estos días tienen una connotación absolutamente religiosa y tradicional, también significa para muchos una temporada de vacaciones, pero, para quien vive realmente lo que es la Semana Santa, es experimentar desde lo profundo del corazón la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
MARÍA JOSÉ PARRA