CIUDAD MCY.- Indagando en la historia de este lugar, sus inicios se remontan al año 1915 motivado al gran entusiasmo del Benemérito General Juan Vicente Gómez, presidente de la República de Venezuela para ese entonces, de preservar la fauna en un sitio adecuado y hermoso, para el goce y disfrute de la colectividad en general.
Tuvo por nombre: Parque Jardín Zoológico de “Las Delicias”, erigiéndose como el primer Zoológico de Venezuela y en ese tiempo considerado como uno de los más modernos e importantes de toda América, dada su completa exhibición y variedad de especies traídas de todas partes del mundo.
Todo comenzó cuando en 1915 el Gral. Vincencio Pérez Soto, a cargo de la presidencia del estado Apure, le compró a su amigo el Gral José Ignacio Briceño, dos garceros, dado que este último comercializaba con su pluma tan cotizada en los grandes salones europeos; porque Venezuela se había convertido en uno de los principales países exportadores de plumas de garza del mundo.
Pérez Soto envía tales especies a través de uno de los vapores de la Compañía Venezolana de Navegación hasta Puerto Cabello donde las desembarcaron. Pero en aquella oportunidad no sólo fueron las garzas, sino se capturó un caimán joven en el Apure y otros mamíferos como el chigüire, perros de agua, aves como las corocoras, gabanes, peoníos y soldados (o golilludos), arucos que obsequió posteriormente a su gran amigo Juan Vicente Gómez.
En diciembre de ese año 1915, se habilitó el sector noreste de “Las Delicias” en la ciudad de Maracay, para instalar el improvisado Parque Zoológico. De su cuido y mantenimiento se encargó a un señor de apellido Monasterios; algún tiempo después ya era un repositorio de la fauna nacional en forma.
En 1922, el Gral. José Ignacio Briceño fue llamado por Gómez para encargarlo definitivamente de la administración del Zoológico de Maracay en 1923. Junto a él estuvo otro servidor del benemérito, el señor Federico Strauss con quien Briceño compartió el trabajo de dar fisonomía de sitio turístico al lugar.
Poco a poco fue creciendo el número de los animales que se exhibían en el popular Zoo maracayero, debido a los obsequios y donaciones de distintas especies de la fauna que le hicieron varias naciones del mundo al presidente Juan Vicente Gómez.
En la reseña histórica del lugar también señala que Gómez acudía regularmente en la mañana y en la tarde al Zoológico y a veces se antojaba de alguna fruta. El ambiente era propicio, repleto de árboles cuya sombra lo hacían acogedor y agradable junto al río y al quiosco, cuyo techo prácticamente era una enredadera de árboles de trinitarias.
Allí se daban cita regularmente además de la gente del pueblo, ministros del despacho ejecutivo; diplomáticos en plan recreativo, amigos y servidores de la Causa de diciembre que oían las pláticas del Gral Gómez, las remembranzas de las campañas de guerra.
Desde un principio se adquirieron cómodas sillas, unas de mimbre y 50 metálicas con el nombre del General Gómez y la inscripción “Las Delicias”, las cuales se conservan como reliquia en la vieja casona remodelada.
En 1928 se procedió a dar un nuevo impulso al Parque Jardín Zoológico de “Las Delicias”. El gobierno del Benemérito Gómez, solicitó y encargó varios animales al Zoológico de Hamburgo (Alemania), uno de los más famosos del mundo y se encomendó a los maestros Juan de Dios Cordero y José María Gil la construcción de jaulas apropiadas para los animales, especialmente para las fieras. Las cuales estuvieron listas para el tigre de bengala, camellos, elefante, jirafa, orangután y chimpancé llegados de Europa.
A un Circo que pasó por Maracay durante esos días, Gómez le compró una pareja de leones africanos, de nombres “King” y “Sultana” y como cosa curiosa, al parecer la oferta fue tentadora, porque el domador de las fieras, el mexicano Refugio Bustamente, decide residenciarse acá en la ciudad Jardín hasta su muerte, prestando sus servicios en el Parque Zoológico.
Poco después de este canje con el Zoo de Hamburgo llegó al país el zootecnista y domador Hans Birch, alemán, quien atendía a las fieras. Joven simpático y caballeroso, rápidamente hizo buenas migas con la gente de Maracay, especialmente con los hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez y otros deportistas con quienes practicaba el basket-ball en el Club “Bolívar”.
Desde 1929 se incorporó al Zoológico el veterinario uruguayo Enrique Vogeler, porque así lo ameritaba la cantidad de animales criollos y exóticos. Desde todas partes continuaban llegando especies variadas que incrementaban el número de animales, formándose así una muestra representativa de la fauna universal.
El orangután y el chimpancé corrían por toda el área, completamente libres; llamaba la atención un mono blanco al que llamaban “Pancho” y que el hijo del Gral. Gómez, Gonzalo Gómez sacaba de su jaula, a pasear.
El Zoológico de “Las Delicias” en 1930 continuó ensanchándose; se construyeron nuevas jaulas y en una segunda remesa llegaron: las hienas, el oso polar, lobos, un oso negro, las grullas y faisanes plateados y dorados.
Llegó también uno de los animales que entró en la historia pequeña del parque, el hipopótamo al cual apodaron “Buenmozo”, con unas manchas blancas en sus patas y que acudía cuando el General Gómez lo llamaba para darle de comer en su bocaza. Era la única persona a quien atendía el paquidermo.
Sin duda, el Parque Jardín Zoológico de “Las Delicias” de la ciudad de Maracay, significó en su época de gran esplendor y desarrollo durante el gobierno del Presidente Gómez, una referencia para el sano disfrute y conocimiento de las diferentes especies de la fauna universal.
Meritorio mencionar la elefante hembra que llegó en 1953 a la edad de tres años a formar parte de la idiosincrasia del Zoológico de Maracay, adoptando el nombre de “Lucky” , convirtiéndose en la especie más emblemática y representativa hasta entonces del lugar, junto al chimpancé Pancho.
CORTESÍA