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***Mujer guerrera, perseverante y luchadora social, que siempre trabaja por su comunidad y en favor de los más necesitados con amor y fe**

CIUDAD MCY.-Juana Corteza Muñoz López, una mujer de férrea voluntad y profundo compromiso social, ha dedicado gran parte de su vida a luchar por el bienestar de su comunidad,  Nacida en San Carlos, estado Cojedes, el 8 de agosto de 1960, es madre de cinco hijos y abuela de 12 nietos.

Aunque no es nacida en el estado Aragua tiene  corazón aragüeño, dejando una huella imborrable en la comunidad de Rosario de Paya, ubicada en el municipio Mariño.

En una entrevista exclusiva para el periódico Ciudad MCY, Corteza Muñoz compartió su experiencia de vida, marcada por momentos difíciles pero también por grandes logros. Recordó cómo, a mediados de los años 90, fue desalojada de su vivienda en Brisas del Lago debido a una inundación y reubicada en el parcelamiento 13 de Rosario de Paya.

Ante la falta de servicios básicos y oportunidades educativas en su nueva comunidad, Juana tomó la iniciativa de liderar una lucha incansable para mejorar las condiciones de vida de sus vecinos.

Gracias a su esfuerzo y perseverancia, logró la creación de la Escuela Básica Estadal “Prados de Paya”, iniciando en unos sencillos galpones y, posteriormente, la construcción del Liceo Nacional Bolivariano “Rosario de Paya”, inaugurado en 2009.

“Fue una lucha constante, pero gracias a la unión de la comunidad y el apoyo de las autoridades, logramos construir una escuela y un liceo dignos para nuestros jóvenes”, expresó Muñoz.

Asimismo, enfatizó que la educación y el bienestar de su comunidad ha sido siempre su prioridad

 

CHÁVEZ UN HOMBRE DEL PUEBLO

Juana Corteza Muñoz, figura emblemática de la comunidad de Paya, revivió en una entrevista exclusiva para el periódico Ciudad MCY, el emotivo encuentro que tuvo con el presidente Hugo Chávez en el año 1999, y resaltó que el crecimiento de esta zona fue impulsada gracias al que fue un hombre del pueblo.

El Comandante Chávez, con su característico carisma, no solo escuchó atentamente sus peticiones, sino que firmó personalmente una carta de aprobación, comprometiéndose a apoyar sus iniciativas.

“Fue un momento inolvidable”, expresó Juana Corteza Muñoz con emoción. “El Comandante Chávez nos escuchó con mucha atención y nos dio su palabra de que nos ayudaría. Y así fue, gracias a esa carta pudimos lograr grandes avances para nuestra comunidad”, recordó.

La luchadora social también compartió una divertida anécdota sobre el encuentro, recordando cómo compartió un café con canela con el expresidente y sus amigas. Este gesto sencillo, según Juana, refleja la cercanía y la humildad de Chávez, quien siempre estuvo dispuesto a escuchar a su pueblo.

Muñoz hizo un llamado a recordar el legado de Chávez y a continuar trabajando por la construcción de un país justo y equitativo. “La fe y el amor son fundamentales para superar cualquier adversidad”, afirmó

 

UN MILAGRO DE DIOS

Cuando la fe en Dios es genuina y ponemos nuestro corazón en sus manos, las respuestas llegan a través de sus ángeles terrenales que son los que guían hacia la bendición esperada.

Juana como reconocida líder comunitaria de Rosario de Paya, demostró una vez más su incansable labor en favor de los más necesitados. Su historia, marcada por la fe y la solidaridad, es un ejemplo inspirador para toda la comunidad.

Cuando Franklin Prato sufrió un grave accidente que lo dejó con quemaduras en gran parte de su cuerpo, Juana no dudó en ponerse a su lado. Con su característica entrega y compromiso, se dedicó a conseguir los recursos necesarios para atender las necesidades de su vecino, desde alimentos y medicamentos hasta gestiones para obtener atención médica especializada.

Gracias a su persistencia y a su labor como líder comunitaria, Juana logró conseguir un informe médico que presentó a la gobernadora Karina Carpio. Conmovida por el caso de Franklin, la mandataria regional se comprometió a brindar todo el apoyo necesario para que el afectado recibiera la atención médica que requería.

La historia de Juana Corteza Muñoz y Franklin Prato es un testimonio de cómo la solidaridad y la acción conjunta pueden transformar vidas. Su ejemplo inspira a seguir trabajando por un mundo más justo y compasivo.

YORBER ALVARADO