La diputada Enaya Ezz El-Din, miembro del Movimiento Amal, resultó electa presidenta del comité de mujeres y niños del parlamento libanés y destaca hoy como la única legisladora con alto cargo dentro de la institución.

CIUDAD MCY.– La dirigente política y médica de formación recibió el respaldo de los 12 miembros de la comisión para asumir por segunda ocasión sucesiva la dirección y encausar así las labores dentro del órgano legislativo en defensa de las mujeres y los niños.

Ezz El-Din estará acompañada en la administración por Adnan Traboulsi como relator y contará con los servicios además de las diputadas Cynthia Zarazir y Nada Al-Boustani. Además de estas tres parlamentarias otras cinco aseguraron escaños en la unicameral legislatura para el mandato 2022-2026: Paula Yacoubian, Strida Geagea, Najat Saliba, Halima Al-Qaaqour y Ghada Ayoub.

Según el sitio Al-Akhbar, el cuadro de la representación política de los principales cargos en la institución libanesa, desde la presidencia hasta el vicepresidente y los comités conjuntos, no mostró cambio alguno con respecto al anterior mandato.

Los partidos políticos tradicionales ocuparon la mayoría de los puestos de dirección de las 16 comisiones, mientras el bloque de los llamados diputados del cambio no pudo ganar ningún asiento de presidente o relator, agregó el medio local.

Este proceso con dos sesiones durante la semana puso fin al cronograma organizativo interno del Parlamento y despejó el camino para la realización de las consultas vinculantes hacia la titularidad del nuevo gobierno.

Los comités conjuntos del órgano quedaron integrados entre nueve, 12 y 17 diputados y bajo criterios de especialización y no en relación con posturas políticas.

Desde el pasado 22 de mayo, el gabinete del primer ministro Najib Miqati trabaja de forma interina luego de la celebración de las elecciones parlamentarias.

Líbano reconoce 18 confesiones de fe y el pacto nacional para la independencia de Francia en 1943 estableció que el presidente de la República debe ser cristiano maronita, el primer ministro musulmán sunita y el titular del parlamento chiita, y así sucesivamente con los otros cargos.

El país con costas al Mediterráneo enfrenta el peor colapso económico y financiero después de la guerra civil (1975-1990) que arrastra en la actualidad a cuatro de cada cinco libaneses a la pobreza, según Naciones Unidas.

Información Prensa Latina