En el 2022 el Día Internacional de la Juventud se dedica a la solidaridad intergeneracional, como vía para concienciar sobre el valor y el aporte de los jóvenes al desarrollo social.

CIUDAD MCY.- Este 12 de agosto, el mundo conmemora el Día Internacional de la Juventud con el fin de honrar el trabajo y los aportes que hacen a los diversos ámbitos de la existencia quienes son la esperanza en la construcción del futuro de la civilización humana.

El 12 de agosto del 2000, el mundo celebró por primera vez el Día Internacional de la Juventud. En diciembre de 1999, la Organización de Naciones Unidas (ONU) determinó que dedicaría un día de cada año a los jóvenes a partir del naciente siglo XXI.

La historia de la humanidad da cuenta de que muchos han sido los legados de personas de entre 15 y 24 años de edad, rangos en que actualmente se ubica a la etapa de la juventud, según los estándares de la ONU.

Así, por ejemplo, un joven Isaac Newton en 1666, relacionaba con 24 años sus primeros pensamientos hacia la teoría de los colores y la atracción gravitatoria; o un bisoño como el italiano Guillermo Marconi, de tan sólo 21 años, ideó los principios básicos de la telefonía sin hilos en el siglo XIX.

Conozcamos a continuación a cinco de ellos, para tener argumentos con los que aplaudir sus contribuciones, en un día como este 12 de agosto de 2022 que persigue como objetivo concienciar sobre las barreras asociadas a la solidaridad intergeneracional

Jack Andraka y su detector de cáncer.

Tenía sólo 15 años cuando se percató de que la ausencia de un método temprano, rápido y de bajo costo, atentaba contra el diagnóstico del cáncer de páncreas y la supervivencia de los pacientes.

La pérdida de un familiar cercano a causa de esa enfermedad, le impulsó a idear un método para detectar precozmente esta afección. Tan sólo un sensor de papel es necesario para descartar la presencia de células cancerígenas en tan sólo cinco minutos en ese órgano del cuerpo human

Raymond Wang y su dispositivo para evitar contagios de gripe en aviones.

Cuando este joven supo que una persona con gripe puede contagiar en un avión comercial hasta a 17 personas, cursaba la secundaria en su natal Canadá. Pensó entonces en construir un dispositivo que contribuyera a minimizar el riesgo de infección.

En este sentido, creó una pieza plástica en forma curveada que redirige el flujo de aire en el interior de la aeronave. Un número considerable de piezas instaladas pueden ayudar a reducir los peligros de infección por gripe hasta 55 veces. En 2017, su creación obtuvo el primer galardón en la Feria de Ciencia e Ingeniería de Intel.

Paige Brown y su extractor de fósforo en agua. 

Sólo con 17 años, Paige Brown, nacida en Maine, Estados Unidos (EE. UU.), construyó un dispositivo a base de gel extraído de las algas marinas, denominado alginato, relleno por dentro con un bloque de espuma aguantado con pinzas para el cabello.

Sólo tres dólares de inversión devinieron en un sencillo aparato para extraer una cantidad de fósforo considerable en el preciado líquido. Su idea fue merecedora del Global Good Prize en la Feria de Ciencia y Talento de Intel, por un valor de 150.000 dólares.

Anurudh Ganesan y su sistema transportador de vacunas sin electricidad. 

Este joven hindú creó Vaxxwagon, un dispositivo para trasladar vacunas o insumos médicos pequeños que necesitan refrigeración hacia zonas rurales o de difícil acceso, principalmente en países de bajos recursos.

La invención consiste en un refrigerador de plástico integrado a un aparato que se coloca en una bicicleta y por medio de los impulsos que recibe del pedaleo, se mantiene la refrigeración en el interior del recipiente con los insumos a ser transportados, sin necesidad de emplear energía eléctrica.

Olivia Hallisey y su test rápido de detección del ébola. 

Tan sólo 16 años tenía esta joven estadounidense cuando aportó a la humanidad un método eficaz y económico para detectar el ébola en menos de media hora, cuando las pruebas clásicas demoraban hasta 12 horas en dar la confirmación o no de la enfermedad.

El mundo se había enfrentado recientemente al peligro de un brote de ébola, con origen en países de África, que fue contenido a tiempo; sin embargo, la posible propagación del virus todavía preocupa a todas las naciones.

Hallisey se dio a la tarea de mezclar sustancias químicas específicas con la muestra de sangre de una persona, que cambia de color al reaccionar con una proteína clave presente en el virus.

La mezcla química tiene propiedades que le permiten conservar la muestra sin necesidad de estar refrigerada, lo que facilita la transportación en áreas rurales. Su invención mereció el primer lugar en la Google Science Fair de 2016.

Información TeleSur