Fuentes: REBELION.ORG/MISONVERDAD/

 

**Si la Unión Europea no se libra de la tutela estadounidense se convertirá en la orilla del mundo**

CIUDAD MCY.- Petro, presidente de Colombia decidió restituirla interacción diplomática entre su país y la República Árabe Saharaui Democrática, que está en controversia por su emancipación ante Marruecos desde los años setenta.

La decisión del mandatario colombiano tuvo impacto positivo en la esfera de la intelectualidad y de los análisis políticosporque con ese tipo de determinaciones América Latina muestra su participación autónoma en un mundo multipolar.

En contraste, la Unión Europea se repliega al mandato de Estados Unidos ante conflictos armados como el que viven Ucrania y Rusia, donde Bruselas se apegó a Washington en sus determinaciones contra Moscú.

La Europa satélite se apoltrona mientras América Latina transita hacia un mundo multipolar y soberano. Si la Unión Europea no se libra de la tutela norteamericana se convertirá en la orilla del mundo.

En la búsqueda por comprender mejor esta postura de la discordancia entre la Unión Europea y una América Latina donde proliferan los liderazgos progresistas, se plantean los siguientes análisis.

EL ANTECEDENTE DE GUAIDÓ, SEÑAL DE RUMBO INCIERTO

La UE, a pies juntillas, reconoció a Juan Guaidó cuando en una esquina de Caracas se proclamó presidente encargado de Venezuela en 2019, hecho que hizo exhibir a la alianza multinacional como una veleta un sin rumbo político.

Trump, durante su mandato les obligó a seguir una senda muy sinuosa para los intereses europeos, sobre todo porque es evidente el fin de la unipolaridad norteamericana, ya que se logra ver el renacer de otros factores de poder que exigenla construcción de mundo basado en la multipolaridad.

Europa se le metió “entre ceja y ceja”la tareade afianzar a los Estados Unidos en su decadencia, que es a todas luces, una errada estrategia para Europa y un dislate para el resto del mundo.

TRUMP Y BIDEN, TORPES ANTE LAS AUTONOMÍAS LATINOAMERICANAS

Ante la segunda marea roja que vive la región latinoamericana, con los liderazgos de Gabriel Boric, Andrés Manuel López Obrador, Xiomara Castro, Luis Arce, Gustavo Petro, Nicolas Maduro y otros mandatarios, tanto el expresidente estadounidense Donald Trump como su sucesor en la Casa Blanca, Joe Biden, se mostraron torpes.
Estados Unidos ha espoliado decenas de veces al continente latinoamericano, acción que no ha ejecutado China, aunque China se muestra agresiva en sus relaciones económicas dentro del capitalismo mundial, no ha enfilados baterías de misiles puesto ni cañoneras en suelo suramericano.

Es por ello que la reivindicación de soberanía, una de las claves centrales de la nueva izquierda latinoamericana en esta segunda oleada progresista, necesariamente marca sus límites a los halcones estadounidense, que además opera de manera torpe.Definitivamente, esta dos últimas administraciones gringassiguen creyendo que pueden dictar a los gobiernos latinoamericanos qué y cómo llevar sus destinos, por eso se puede inferir el crecimiento de la presencia de China en el continente latinoamericano.

SIN LIDERAZGO EUROPEO, DESORIENTACIÓN ANTE CHINA

El liderazgo europeo convencido más reciente lo ejerció la hoy excanciller de Alemania Angela Merkel y ella entendió la necesidad de que Europa y Rusia colaboraran.

Y por eso, su instinto estratégico la llevó a convivir con el proyecto del Nord Stream 2, mientras Francia, Italia y España vulneradaspor la crisis de 2008 dejó con el pie cambiado a Europa y coincidió también con la emergencia, después, de un liderazgo muy arrogante, muy impetuoso, por parte de Donald Trump, en donde los europeos no supieron responder.

Los temores respecto al crecimiento de China los llevó a entender que su destino iba a estar más garantizada junto a EEUU que empezando una negociación multilateral con China, pero todo parece indicar que esa decisión no fue asertiva.

IR A LA PERIFERIA, SEGUIR A UNA POTENCIA DECADENTE

América Latina, experimentada en las violencias del imperialismo, tiene claro quiénes les hace menos daño, permite entender la perspectiva de Bogotá ante el Sáhara Occidental, como podría hacerlo con Yemen, Palestina o Siria, muy diferente de lo hecho por Europa en todos estos países, que le hace comparsa al Gobierno estadounidense.

Desde la óptica europea, que es lo que nos ocupa, Europa podía convertirse en un polo de referencia mundial si hiciera valer lo mejor ante su tradición, pero no es el caso. Europa está haciendo acompañamiento a una potencia en decadencia y por lo tanto se está “orillando”.

Algunos Estados europeos entendieron que Rusia era una extensión del continente europeo, inserta en lo que se ha llamado Eurasia, por lo que el país mostraba una oportunidad de conexión de Europa con China, un nexo que Estados Unidos buscó torpedear, y lo logró.

Podría condenarse la operación militar rusa en Ucrania, como se puede condenar cualquier maniobra bélica, sería intolerable, pero también es intolerable la expansión hacia el este de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y la actitud impasible que demostró Europa, cuando los intereses europeos pasaban por una buena vecindad con Rusia, que también podría colaborar con la democratización del país.

En un escenario en que China está en ascenso, Rusia expresa cada vez más aproximación con Pekín, mientras Estados Unidos sigue la lógica de sus propios intereses, la fuerza política que se queda “colgando de la brocha” sin asidero, es precisamente la europea.

Este continente no termina de entender que necesita una nueva estrategia para un mundo multipolar, que no pase por lo que ha sido la tarea tradicional de Gran Bretaña de ser los escuderos en suelo europeo de los intereses norteamericanos.

MARCOS GAVIDIA