CIUDAD MCY.- “Venezuela es un país energéticamente muy atractivo y su ubicación geográfica también es muy importante, es el primer proveedor seguro en este momento de petróleo para Estados Unidos. Eso tenemos que tenerlo claro”, expresó este martes el analista financiero, José Ignacio Guarino, invitado en el programa “Aquí y Ahora”, conducido por el periodista Julio Riobó.

El experto confirmó que Venezuela está en proceso de diversificar la economía “pero para nadie es un secreto que todavía tenemos una economía que depende de una manera muy importante de los ingresos petroleros”. Con base a ello, dijo, Venezuela debe aportar su principal materia de exportación, para una economía mundial que cada día está más necesitada.

Explicó que a pesar de la transición a las energías sustentables, el petróleo tiene un futuro por más de un siglo dentro de esta economía actual. “Y los combustibles fósiles, entonces, son de vital importancia en un mundo que está muy, muy, muy turbulento, vamos a llamarlo así”.

Ante este escenario, la pregunta directa fue por qué el gobierno de EE.UU. sigue aplicando sanciones ilegales contra Venezuela, y cómo el país sigue vendiendo petróleo a ese país. Guarino precisó que, en realidad, quien compra el petróleo venezolano no es el Estado, sino empresas privadas.

Señaló que todas las petroleras del mundo, las más grandes, cotizan en la Bolsa de Valores “y esos son lobbies privados que se mueven con base en sus necesidades y si tú tienes un proveedor seguro, que además su industria petrolera necesita de su ayuda, pues para los americanos no es negocio afectar a la industria venezolana”.

“Si tú afectas, como Estado-Nación, Estados Unidos, los intereses petroleros de Venezuela, ¿quién será tu proveedor?”, planteó.

Sobre cómo será la situación de ganar cualquiera de las dos candidaturas principales para las elecciones del 5 de noviembre, Kamala Harris y Donald Trump, Guarino adelantó su opinión de que, si gana Harris, a lo mejor lleguen a mil la cantidad de “sanciones” y sobre Trump comentó que este candidato juega con la “política de micrófono” y así como públicamente dijo que odia al presidente Maduro, en privado reconoció su liderazgo fuerte y genuino en Venezuela.

No obstante, adelantó que, en cualquier caso, “el primer reto para cualquiera de los dos candidatos que gane la presidencia, es salir un poco de su necesidad energética del Medio Oriente y enfrentar -comercialmente hablando- a China”.

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