CIUDAD MCY.- Durante 19 temporadas como pelotero profesional, Endy Chávez saltó a los distintos terrenos de juego de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional con una etiqueta invisible estampada en el dorsal que lo catalogaba como uno de los mejores jardineros del circuito. Cuatro años después de su retiro, el ahora instructor retornó al país en una condición mucho más discreta.
Chávez, de 45 años de edad, se convirtió en el nuevo coach de primera base de los Tiburones de La Guaira. Luego de una trayectoria completa en la que vistió los colores de los Navegantes del Magallanes, el valenciano no esconde que le resulta extraño formar parte de otro combinado en la LVBP, pero en su primera experiencia como instructor en el circuito, las responsabilidades dejan poco espacio para la nostalgia.
Por fortuna para el otrora grandeliga, el hombre al que deberá reportarle es un viejo conocido que también es un ícono de la tropa naviera.
“Edgardo (Alfonzo, mánager de Tiburones) es una persona bien correcta”, confesó Chávez. “Es alguien a quien los jugadores se pueden acercar sin problema. Siempre hay transparencia y profesionalismo. La química y el ambiente en las prácticas, además de dentro del clubhouse, son muy buenas”.
A pesar de que esta será su primera pasantía en una capacidad distinta a la de jugador en Venezuela, Chávez ha ido ganando experiencia como instructor en los Estados Unidos; sin embargo, al igual que para los peloteros y gerentes, el beisbol invernal es un monstruo completamente diferente para los coaches.
“No tengo una meta como tal, pero sí proyecciones”, explicó. “Quiero seguir evolucionando como coach. Lo he sido por cuatro años en Estados Unidos, pero es la primera vez aquí. En esta liga es diferente, hay más peloteros que ya saben su rutina y eso es lo que vengo a aprender. Cómo trabajar con ellos, cómo tener buenas relaciones con ellos para poder aprender y ayudarlos”, añadió.
A solo algunos días para el comienzo de la 2023-2024 este próximo sábado, Chávez ha tenido la oportunidad de compartir con figuras emergentes del conjunto escualo, así como también con piezas de renombre y veteranos del circuito a los que enfrentó en su momento. Para todos ellos, el carabobeño tiene un mismo plan de ataque.
“El ajuste más grande que debo hacer es acercarme a los peloteros. La pelota ha cambiado mucho y las actitudes también. Hay que rescatar los valores, el respeto hacia el juego, hacia el compañero y el rival”, expresó. “Eso se está perdiendo y es lamentable. Esto es b3isbol profesional y uno debería actuar como tal. Quiero hacer que se enfoquen más en lo que deben hacer, en lugar de que lo hagan en cosas que no son necesarias”.
Colaborar con un equipo como Tiburones, que no ha ganado un título en casi 40 años, es un reto particularmente atractivo para un Chávez que se coronó campeón de la liga en seis ocasiones distintas, con Magallanes y como refuerzo.
“Tenemos que creer en nosotros mismos, en que el compañero lo puede hacer y yo lo puedo respaldar. ‘Believe’ (Creer) es la palabra que hemos estado utilizando. Esa es la clave para un equipo campeón”, destacó.
La Guaira se quedó a solo un par de victorias en la contienda pasada de ganar su primer cetro desde la campaña 1985-1986. Gran parte del núcleo de ese equipo, conformado por varias piezas de jerarquía en el circuito, estarán de regreso en la venidera temporada, que también promete brindarle nuevos refuerzos a los litoralenses, como Oswaldo Cabrera, José Briceño y Miguel Rojas. Los dos primeros ya se incorporaron al club.
“Soy una persona que cuando las cosas no están bien, no puedo disfrutar del juego. A mí me gusta ganar y por ende me tienen que vencer, porque no te voy a regalar el juego”, dijo Chávez. “Sabemos que el talento está ahí, pero toca enseñarles que hay un compromiso y una meta por cumplir. Si logran identificar eso y ejecutar, el equipo va a estar bastante bien».
PRENSA LVBP