Habilidades excepcionales hacen de ambos artistas talentosos | FOTO JOSÉ CHEREMO

***Gracias al apoyo familiar y al empeño de ambos adolescentes han logrado integrarse de manera positiva en la sociedad

CIUDAD MCY.- Luis Valladares y Jonathan Fonseca, son dos grandes amigos con diversidad funcional que gracias al amor por la música han creado un fuerte lazo que los ha llevado a derribar fronteras, demostrando que el talento y la pasión muchas veces son el motor para alcanzar grandes cosas.

Los adolescentes de 15 años a través del canto y la ejecución de instrumentos musicales han encontrado una manera de conectar con cualquier persona, y con eso, llevar un mensaje al mundo sobre la igualdad, la empatía y las particularidades que hacen a cada ser humano único y especial.

Luis Valladares nació con discapacidad intelectual, condición que no le permite adquirir los conocimientos tan fácilmente como el resto de las personas de su edad, sin embargo, cuenta con una memoria excepcional y una melodiosa voz para el canto, calificándola él mismo como una manera de expresarse.

«Me enfoco con más entusiasmo en la música ya que es lo que me gusta, me gustan los instrumentos musicales y cantar, por esa razón en mi escuela y comunidad me buscan para actividades donde puedo expresar mi música», comentó Luis, quien está próximo a graduarse en la Instituto de Educación Especial Linares Alcántara.

A pesar de su corta edad, Luis tiene claro que el canto y la música son lo suyo y que gracias a la ayuda de su familia logrará grandes cosas, «quisiera ayudar a mi mamá y comprarle una casa, pues vivimos alojados en una espacio que no es propio. También quiero representar a mi país con mi canto, en un futuro enseñar a otros lo bonito de ser un niño diferente, pero con amor puro y sincero para demostrar», expresó el adolescente.

A simple vista, Luis es alguien que disfruta de la atención del público y comunica libremente lo que siente, siendo estudiante de la Escuela para la Transformación del Arte, Makandal y perteneciente al Sistema de Coros y Orquestas del estado Aragua.

Mientras que por otro lado, su mejor amigo Jonathan Fonseca, diagnosticado con trastorno del espectro autista severo a la edad de 3 años, compromiso intelectual severo y compromiso del lenguaje, es un verdadero maestro en los instrumentos musicales, a pesar de que aún no es capaz de comunicarse con palabras, en sus expresiones corporales refleja que quiere transmitir música, su pasión es tocar una batería acústica y hacer música por él mismo.

Jonathan cuenta con una gran memoria musical, la mayoría de su repertorio lo ha aprendido viendo videos musicales, de artistas como Franco de Vita, Maná y Reik, entre otros, siendo su fuerte la percusión, (la batería). Saca tonadas en el teclado, también en las maracas, y algunas canciones que no tengan batería, él las adapta a dicho instrumento, y al igual que su amigo luis, pertenece a la academia Makandal, la cual, según su madre, Neimys Serrano, ha sido una de las mejores decisiones en el ámbito social.

«Una de las cosas que ha ayuda a Jonathan es poder compartir con otros niños o personas de diferentes discapacidades y que él pueda tolerar a cada niño según su condición. Eso lo ha ayudado muchísimo, porque antes no podía estar en espacios abiertos o con mucho ruido, porque se alteraba. Ahora ya tolera eso», comentó su representante.

Estos dos jóvenes talentosos forman parte del proyecto para la creación de un Centro de Atención para Personas con Autismo (CAIPA) en el municipio Francisco Linares Alcántara, para que las personas y niños con alguna discapacidad del municipio tengan una buena atención integral.

La madre de Jonathan, destaca también que el apoyo familiar y el de los docentes es esencial para cualquier avance de los niños. «El círculo social donde se desarrollen es parte fundamental de los avances positivos que tengan los chicos», aseveró.

GABRIELA MARACARA

La música y el canto son el fuerte lazo que une a Luis y Jhonathan