*** Conocido como dismorfia muscular, se caracteriza por una adicción al ejercicio acompañada de una ingesta exagerada de carbohidratos y proteínas, y el consumo abusivo de esteroides
CIUDAD MCY.- El afán por conseguir un cuerpo atlético puede hacer que muchos jóvenes manifiesten problemas que psicológicamente se consideran una adicción. Tal es el caso de la vigorexia, una alteración de la percepción de la imagen corporal, acompañada de una preocupación exagerada por la figura.
Este trastorno, conocido también como dismorfia muscular o Complejo de Adonis, afecta principalmente a hombres jóvenes asiduos a los gimnasios que, por su edad, no tienen bien formada su personalidad ni una idea clara de sí mismos, y puede presentarse también en las mujeres.
Esa obsesión por ganar musculatura, hace que sigan una rutina intensa de entrenamiento físico, dietas con alto contenido en carbohidratos y proteínas, en algunos casos con abuso de sustancias anabólicas y otros productos para aumentar el rendimiento.
Estas conductas provocan a largo plazo riesgo de enfermedades cardiovasculares, lesiones hepáticas, en los hombres disfunciones eréctiles, atrofia testicular y cáncer de próstata. También puede transformarse en un trastorno obsesivo-compulsivo y ocasionar aislamiento social y laboral.
Un estudio realizado por especialistas en el área de la Universidad Pontificia de Madrid (España), sostiene que el impacto a nivel psicológico de la vigorexia es grave, provocando alteraciones a nivel anímico, conductual y cognitivo.
Otros investigadores de la Universidad de Antioquia y el Instituto Universitario de Educación Física de Medellín (Colombia), se han enfocado a estudiar las consecuencias del uso y abuso de esteroides, concluyendo que producen una diversidad de efectos secundarios adversos.
Estos van desde algunos que son físicamente poco atractivos, como el acné y el desarrollo de senos en los hombres, hasta otros que ponen en peligro la vida, como ataques al corazón y cáncer de hígado.
Agencias