CIUDAD MCY.- Desde hace 5 años Tamara Mendoza trabaja en el Hospital Central de Maracay como asistente de Servicio Social, actualmente en la Unidad de Cuidados Intermedios Servicios de Neonatología, donde se dedica a brindar a los padres de los bebés hospitalizados toda la ayuda necesaria para enfrentar tan difícil situación.

“Para servir a la humanidad no hay horario, ni lugar, sólo tener voluntad y el deseo de ayudar con el único propósito de sumar alegrías, sin distinción alguna brindo una mano amiga para quien la necesite, soy el intermediario entre el servicio médico y los padres, que permanecen en la parte baja del hospital, para solicitar todo aquello que requieran los bebés”, indicó.

En el piso 4 del HCM se ha formado una familia que todos los días lucha y hace muchos sacrificios, para que los bebés superen y recuperen la salud, todos unidos trabajan para que salgan en los brazos de sus madres a sus hogares.

Tamara resaltó que le gusta su trabajo y su propósito es estar siempre para ayudar a los papás y mamás, que no sólo son de Maracay, también de otros estados como Guárico, Guasdualito, San Carlos de Cojedes, San Fernando, Altagracia de Orituco, entre otras regiones.

Por una comida decente para los padres de piso 4

Es un proyecto que inició Tamara hace dos años para darle a los padres de los bebés hospitalizados una alimentación sana, es un valor agregado a sus funciones y la convierten en una Gente Valiosa, “ellos la requieren, deben pasar 24 horas durante los 7 días de la semana pendiente de sus hijos, necesitan una mano amiga que los apoye y ahí también estoy yo, con todos esos voluntarios de buen corazón que lo hacen posible”.

“Es una comida que no sale de mi bolsillo, todo es colaboración de terceros, de padres y madres que también tuvieron hijos hospitalizados y apoyan el proyecto y personas que aportan lo que pueden para que los padres saquen adelante a sus hijos”, indicó.

Destacó Tamara que hay madres que viven fuera del estado, que dan la vida por su bebé, dejan la familia por internarse en el hospital, hasta que lo dan de alta, esa madre también cuenta con la Casa Abrigo “Dios es Bueno”, que inauguró la gobernadora Karina Carpio, y se ha convertido en un lugar que brinda cobijo y la posibilidad de dormir tranquilas.

Los médicos siempre consecuentes

Destacó Tamara que es importante reconocer que en la Unidad de Cuidados Intermedios Servicios de Neonatología del HCM trabajan médicos, enfermeras y personal que están dedicados a la atención de los bebés hospitalizados las 24 horas del día.

“La atención que los médicos le dan a los niños es excelente, entregan la vida, cuando un bebé no supera, lloran con los padres y le preguntan a Dios, porque suceden las cosas, son hombres y mujeres que siguen luchando sin perder la fe”, señaló.

Por los niños hay que luchar

Tamara vive En Caña de Azúcar, tiene tres hijos, una de 20 años y dos varones de 12 y de 8 años, sus grandes amores con quienes comparte sus vivencias y representan el motor de su vida, la razón de seguir trabajando y creyendo en la buena voluntad de la gente. Es Técnico Superior Universitario egresada del Instituto Universitario de Tecnología Yaracuy, en Recursos Naturales Renovables.

“Doy gracias a Dios por toda la gente que pasa en mi camino, que dejan una huella mágica, siempre recibo apoyo, hay padres que ayudan a otros, les hacen transferencia para que puedan pagar exámenes de laboratorios y medicamentos, a ellos mi eterno agradecimiento”, indicó.

“A los padres y madres quienes tienen un bebé hospitalizado les digo no desmayen sigan adelante a pesar del diagnóstico médico, es Dios quien tiene la última palabra, he visto muchos testimonios de vida, donde el diagnóstico no da esperanzas, y él bebe sale victorioso, por los niños hay que luchar y no perder la fe”, expresó.

PRENSA CORPOSALUD